7:11 a. m.
Valerio Mateo Rosario
24/08/2010.
7:15 AM.
Murió la madrugada de este lunes un cabo de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) mativo de San Cristóbal, que quedó paralítico hace un mes y 19 días, al ser baleado por delincientes en la entrada de La Toma.
José Abad Corporán, de 24 años, y padre de dos niños, murió la madrugada de este lunes cuando era trasladado desde su vivienda en el sector Las Flores, de San Cristóbal, a un centro de salud de esa ciudad.
Abad Corporán fue herido de bala el 4 de julio pasado por cinco hombres que lo despojaron de su arma de reglamento mientras trabajaba en su puesto de servicio a la entrada de La Toma.
El joven agente estaba asignado al Departamento de Ordenamiento de Carreteras (DOCA) de la Amet.
El agente de tránsito había sido operado varias veces en el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, debido a que la bala le destrozó la columna vertebral, el hígado, los pulmones y el epiplón.
De acuerdo a una nota de la Amet, Abad Corporán, quien había quedado inválido y dejó en la orfandad a dos hijos menores de edad, será sepultado en el barrio Las Flores, de San Cristóbal, de donde era oriundo.
Tras el hecho, la PolicíaNacional inició la búsqueda de los delincuentes, y apresó a cuatro de ellos, que fueron sometidos a la justicia.El director de la Amet, mayor general José Aníbal Sanz Jiminián, lamentó la muerte del agente y envió un mensaje de condolencias a sus familiares.Sanz Jiminián advirtió que Amet no tolerará acciones criminales contra los agentes bajo su mando.
El joven agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte no se recuperó nunca de las lesiones que le causó la herida de bala.
Según versiones, el proyectil le penetró por el vientre y le atravesó el hígado, el epiplón, la columba vertebral y un pulmón.
Los médicos que lo atendieron daban al cabo Abad Corporán pocas probabilidades de sobrevivir.
La muerte del agente de tránsito ha causado hondo pesar en San Cristóbal, especialmente en el barrio Las Flores, de donde es oriunda su familia. Vecinos de ese sector dijeron que se trataba de un joven honesto que había ingresado a la Autoridad Metropolitana de Transporte para ganar el sustento de su familia y continuar sus estudios.Dijeron esperar que los tribunales hagan justicia.
José Abad Corporán, de 24 años, y padre de dos niños, murió la madrugada de este lunes cuando era trasladado desde su vivienda en el sector Las Flores, de San Cristóbal, a un centro de salud de esa ciudad.
Abad Corporán fue herido de bala el 4 de julio pasado por cinco hombres que lo despojaron de su arma de reglamento mientras trabajaba en su puesto de servicio a la entrada de La Toma.
El joven agente estaba asignado al Departamento de Ordenamiento de Carreteras (DOCA) de la Amet.
El agente de tránsito había sido operado varias veces en el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, debido a que la bala le destrozó la columna vertebral, el hígado, los pulmones y el epiplón.
De acuerdo a una nota de la Amet, Abad Corporán, quien había quedado inválido y dejó en la orfandad a dos hijos menores de edad, será sepultado en el barrio Las Flores, de San Cristóbal, de donde era oriundo.
Tras el hecho, la PolicíaNacional inició la búsqueda de los delincuentes, y apresó a cuatro de ellos, que fueron sometidos a la justicia.El director de la Amet, mayor general José Aníbal Sanz Jiminián, lamentó la muerte del agente y envió un mensaje de condolencias a sus familiares.Sanz Jiminián advirtió que Amet no tolerará acciones criminales contra los agentes bajo su mando.
El joven agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte no se recuperó nunca de las lesiones que le causó la herida de bala.
Según versiones, el proyectil le penetró por el vientre y le atravesó el hígado, el epiplón, la columba vertebral y un pulmón.
Los médicos que lo atendieron daban al cabo Abad Corporán pocas probabilidades de sobrevivir.
La muerte del agente de tránsito ha causado hondo pesar en San Cristóbal, especialmente en el barrio Las Flores, de donde es oriunda su familia. Vecinos de ese sector dijeron que se trataba de un joven honesto que había ingresado a la Autoridad Metropolitana de Transporte para ganar el sustento de su familia y continuar sus estudios.Dijeron esperar que los tribunales hagan justicia.
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