4:25 p. m.
Valerio Mateo Rosario
22/08/2010.
4:30 PM.
Una patrulla policial mató en la madrugada de este domingo a un ex cabo del Ejército Nacional y a otro joven, en una balacera ocurrida en el capitalino sector Los Guandules y que aun no ha sido esclarecida por la Policía Nacional.
En el presunto cruce de disparos también resultó herido el cabo Eulogio Mora Alcántara, también del Ejército Nacional. Los dos hombres acribillados por agentes policiales fueron el ex militar Carlos Manuel Roa, de 23 años, quien supuestamente trabajaba como seguridad de una universidad, y Bernie Parra Vásquez.
Vecinos consultados sobre este episodio sangriento dijeron que tras ser mandados a parar por la patrulla, estas personas se negaron y prosiguieron su marcha en un motor que abordaban. En estas circunstancias fue donde alegadamente los policías dispararon contra Roa y Parra.
Se dice que al cabo Mora Alcántara no lo mataron porque se identificó a tiempo como miembro del Ejército Nacional. La Policía tiene otra versión. El vocero de esta institución, general Nelson Rosario, mostró un chaleco antibalas con un agujero de proyectil en la parte frontal, supuestamente disparado por los dos acribillados.
Rosario aseguró que estos sujetos dispararon primero, luego de que la patrulla los mandara a parar porque el motor en el que andaban no tenía placa visible.
El portavoz de la Policía dijo que el señor Ángel González Méndez, interrogado en el cuartel general de esta institución, identificó a los muertos como las personas que anteriormente lo habían asaltado. En el barrio Los Coquitos, de Los Guandules, describieron las muertes de Roa y Parra como una ligeraza más de agentes policiales en sus horas de servicio.
Los estánsiendo velados en sus casas. El cabo Mora Alcántara permanece en condición de herido y detenido en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas. En el lugar donde mataron a estos hombres había una gorra negra agujerada y restos de la masa encefálica del balazo en la cabeza que recibió uno de estos individuos.
Un muchacho del barrio aseguró que la gorra pertenecía a Parra Vásquez, a quien identificó como su amigo. Parra Vásquez no fue llevado a Patología Forense. Tenía la cabeza vendada, en el ataúd donde yacían sus restos. Este joven había procreado dos hijos, una niña de tres años y un varón de un año.
Roa dejó huérfana una niña de seis meses. Sus familiares dijeron que hace seis meses que había salido del Ejército. Roa y Parra Vásquez vivían en la calle José Mateo, de Los Coquitos.
En el presunto cruce de disparos también resultó herido el cabo Eulogio Mora Alcántara, también del Ejército Nacional. Los dos hombres acribillados por agentes policiales fueron el ex militar Carlos Manuel Roa, de 23 años, quien supuestamente trabajaba como seguridad de una universidad, y Bernie Parra Vásquez.
Vecinos consultados sobre este episodio sangriento dijeron que tras ser mandados a parar por la patrulla, estas personas se negaron y prosiguieron su marcha en un motor que abordaban. En estas circunstancias fue donde alegadamente los policías dispararon contra Roa y Parra.
Se dice que al cabo Mora Alcántara no lo mataron porque se identificó a tiempo como miembro del Ejército Nacional. La Policía tiene otra versión. El vocero de esta institución, general Nelson Rosario, mostró un chaleco antibalas con un agujero de proyectil en la parte frontal, supuestamente disparado por los dos acribillados.
Rosario aseguró que estos sujetos dispararon primero, luego de que la patrulla los mandara a parar porque el motor en el que andaban no tenía placa visible.
El portavoz de la Policía dijo que el señor Ángel González Méndez, interrogado en el cuartel general de esta institución, identificó a los muertos como las personas que anteriormente lo habían asaltado. En el barrio Los Coquitos, de Los Guandules, describieron las muertes de Roa y Parra como una ligeraza más de agentes policiales en sus horas de servicio.
Los estánsiendo velados en sus casas. El cabo Mora Alcántara permanece en condición de herido y detenido en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas. En el lugar donde mataron a estos hombres había una gorra negra agujerada y restos de la masa encefálica del balazo en la cabeza que recibió uno de estos individuos.
Un muchacho del barrio aseguró que la gorra pertenecía a Parra Vásquez, a quien identificó como su amigo. Parra Vásquez no fue llevado a Patología Forense. Tenía la cabeza vendada, en el ataúd donde yacían sus restos. Este joven había procreado dos hijos, una niña de tres años y un varón de un año.
Roa dejó huérfana una niña de seis meses. Sus familiares dijeron que hace seis meses que había salido del Ejército. Roa y Parra Vásquez vivían en la calle José Mateo, de Los Coquitos.
Fuente: elcaribe.com
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