15 sept 2010

UTILIZAN A NIÑOS HAITIANOS PARA MENDIGAR EN PRINCIPALES VÍAS.

15/09/2010.
7:59 AM.

Bandas organizadas se dedican a explotar, usándolos como pedigüeños, a niños haitianos que han sido traídos o han llegado por su cuenta al país, práctica que se ha incrementado notablemente desde el terremoto que azotó a la vecina nación.

Varios de esos grupos funcionan en las periferias de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros.

Cada mañana reparten en un vehículo a decenas de niños que colocan en la esquina con alguna mujer adulta haitiana que también es usada para esa práctica.

Durante un recorrido realizado por reporteros de EL DÍA en diversas esquinas de la ciudad, varios niños haitianos contaron que son llevados cada mañana a los puntos que les han asignado para pedir dinero a los conductores y transeúntes, especialmente fuera de las grandes plazas comerciales.

Dorina López, oficial de Políticas Públicas de UNICEF, confirmó lo que de manera inocente revelan los niños.

“Grupos organizados de delincuentes están utilizando a los niños para usarlos como mendigos y en la zona norte del país hemos identificado que son explotados de otras formas, incluyendo la sexual”, dijo.

Recordó que la mendicidad constituye una de las formas de trata de personas.

Rostros del drama

Expuesta al peligro que trae consigo la noche, Asheley es una adolescente privada de todos los derechos de una niña. Con tan solo 12 años, bajo la lluvia, a altas hora en la noche, vestida con un t-shirt blanco y un pantalón negro, está parada frente a una plaza comercial pidiendo para poder comer.

La niña, que aún tiene dibujada la inocencia en la cara, narra que hace un mes que llegó de Haití y al cuestionarla sobre dónde está su madre los ojos de la pequeña miran hacia el suelo y dice con voz triste y cortada: “Ella murió en el terremoto”.

Con la ingenuidad aún en los labios, relata que con el dinero que colecta va al mercado y compra limoncillos para luego venderlos. “Yo lo hago para comer”, dice la adolescente, quien viaja todos los días de Los Alcarrizos, donde vive con un tía, hasta la zona oriental donde los vende

Al conversar con cualquiera de ellos, mientras esperan a un buen samaritano que les dé algunas monedas, se pueden descubrir todos los malabares que tienen que hacer para sobrevivir el día a día.

Juan, con apenas seis años, extiende su mano y dice: “Dame pa’ come”. Y al conversar con él y preguntarle: por qué pide, él pequeño, con el temor reflejado en la mirada solo dice: “Él me manda” y sale corriendo sin dar más detalles.

Un subclúster para protección a la niñez

Tras la tragedia, varias entidades gubernamentales y no gubernamentales aunaron esfuerzos para crear un protocolo con el objetivo de de brindar protección a la población haitiana.

Dentro del mismo se organizo un subclúster de protección a la niñez. Este es presidido por el Consejo Nacional Para la Niñez y la Adolescencia (Conani) por ser la entidad rectora en el ámbito de la infancia.

El protocolo busca garantizar que la población haitiana, en especial los infantes, reciba un buen trato y se le garanticen todos sus derechos y sus necesidades humanas, por lo que requiere la acción coordinada de las instituciones públicas y privadas con responsabilidades importantes en la garantía de derechos a niños, niñas y adolecentes.

El cumplimiento de los objetivos de este protocolo es responsabilidad del Conani, contando con el apoyo y asesoría de UNICEF.

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