22 nov 2010

MIS 21 AÑOS EN EL OFICIO DE LA COMUNICACIÓN.


MIS 21 AÑOS EN EL OFICIO DE LA COMUNICACIÓN.

Por: Peter Pablo Mateo.


Llegué a los medios de comunicación en el año 1989, como un simple aprendiz de colocar música, cuando aun los discos que se ponchaban eran Long Play y discos sencillos, cuando los anuncios se colocaban en cartuchos y las consolas no eran tan sofisticadas.

En ese momento aparentemente el medio de comunicación por excelencia de san Juan (la Radio), aparentemente estaban en crisis. Ya no había aire acondicionado en la emisora del contento Radio Centro.

En ese momento aun ser Locutor era un privilegio, del que no gozaba todo el mundo. Ese mérito estaba reservado para un selecto grupo de jóvenes y de otros no tan jóvenes, que aunque ganaban poco dinero, estaban presentes en las mentes y los corazones de aquellos a quienes deleitaban e informaban.

Luego de ver muchas figuras sobresalientes de los medios de comunicación, de nuestro pueblo, de repente llega un cambio y aparecemos otra camada de (comunicadores) como es ahora el término de moda, con la diferencia de que en esta camada ha surgido de todo un poco. Desde aquellos que informan por un vaso de cerveza, un plato de comida y hasta aquellos que venden su pluma por menos.

Pasaron de modas los locutores y salvo honrosas excepciones, lo que vale ahora es ser comentarista. Todos quieren comentar. A lo único que muchos no han podido engancharse es al difícil oficio de lector de noticias, porque para ellos hay que saber leer, tener una buena dicción y una voz aceptable.

En ese afán por ser comentaristas, muchos han optado por tener sus espacios propios y como han podido, algunos lo han tenido con mucho esfuerzo por cierto, pero otros se han enganchado a uno que otros espacios y han logrado ser tomados en cuenta, hasta el punto de hacerse llamar periodistas, sin hacer el sacrificio de tirar paginas para la izquierda, sino haciendo otra carrera la misma licenciatura en comunicación social.

Hasta ahí todo está bien, lo único malo es que algunos, no todos pero un buen número ha hecho del oficio, la profesión o como se le quiera llamar, un medio para: el chantaje, para pedir o para codearse en la sociedad.

Como muchos no tienen ni la visión, ni la escolaridad ni la prudencia, andan como locos cual si fueran caratecas o boxeadores tratando de lastimar a todo el mundo no importa de donde provenga, quien sea, cuantos años tenga ni nada por el estilo, llegando al colmo de hasta meterse en asuntos personales y familiares de los demás.

En la sociedad muchos se ríen de nosotros los que abrazamos la profesión y con mucho sacrificio hemos hecho un nombre sin pedirle a nadie, sin chantajes ni creyéndonos más grande que todo el mundo, porque a lo mejor piensan que somos iguales.

Es bueno que la sociedad sepa distinguir entre quienes actúan a la luz del chantaje y los que hacen un ejercicio ético de la profesión de un buen periodista.

A mis 21 años de ejercicio como comunicador rememoro las enseñanzas de mis padres, de quienes aprendí que hay que ser digno y de mis primeros maestros de comunicación, Rafael E. Pineda y Rubén Moreta, quienes me endilgaron, que para ser un periodista fuerte y vigoroso, que nadie señale, había que tratar de Comer y Beber lo menos posible, en fiestas que usted no pague.

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CHERRY ENCARNACION dijo...

Yo felicito a cada uno de los miembros de la Familia Mateo, todos comunicadores objectivos y que no buscan otra cosas mas que informar

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