BONAO.- Un hombre de 35 años se convirtió en la primera víctima mortal en esta Semana Santa en esta ciudad, cuando fue asesinado por su novia de 18, en un hecho ocurrido en la calle Duarte.
Hugo Alberto Polanco murió tras recibir varias heridas de arma blanca que se las infirió su novia Escabely Espinal Almánzar cuando se encontraban pasadas las 12:30 de la madrugada frente a un centro comercial ubicado en la calle Duarte de esta ciudad.
La policía está tras las pistas de la joven de quién se dice una vez cometió el asesinato se dio a la fuga.
Al momento del hecho la pareja se encontraba compartiendo y personas que presenciaron la tragedia indicaron que ambos estaban tomando y que ella lucía embriagada.
Las pequeñas incisiones, dicen los habituales a la cita, ayudan a a soportar el dolor, ya que con estas se evita la formación de coágulos en las zonas malheridas.
Los flagelantes caminan acompañados de nazarenos que arrastran una cruz de unos 50 kilos, monaguillos y otros lugareños que salen de sus casas para sumarse al desfile sin dar ninguna importancia a las gotas de sangre que salpican y manchan la ropa.
La Iglesia Católica ha reiterado su oposición a este tipo de ritos, popularizados en la provincia de Pampanga en los últimos 60 años, puesto que considera que estos actos sólo buscan el bien propio y se alejan del significado de la pasión de Cristo.
"Sólo hubo una crucifixión que salvó a la humanidad. Estas tradiciones representan una versión muy fanática del catolicismo, sus motivaciones son totalmente distintas de las que enseña la Iglesia", dice a Efe Monseñor Pedro Quitorio, portavoz de la Conferencia Episcopal filipina.
Más del 80 por ciento de los 94 millones de habitantes de Filipinas se declaran católicos.
Hugo Alberto Polanco murió tras recibir varias heridas de arma blanca que se las infirió su novia Escabely Espinal Almánzar cuando se encontraban pasadas las 12:30 de la madrugada frente a un centro comercial ubicado en la calle Duarte de esta ciudad.
La policía está tras las pistas de la joven de quién se dice una vez cometió el asesinato se dio a la fuga.
Al momento del hecho la pareja se encontraba compartiendo y personas que presenciaron la tragedia indicaron que ambos estaban tomando y que ella lucía embriagada.
Las pequeñas incisiones, dicen los habituales a la cita, ayudan a a soportar el dolor, ya que con estas se evita la formación de coágulos en las zonas malheridas.
Los flagelantes caminan acompañados de nazarenos que arrastran una cruz de unos 50 kilos, monaguillos y otros lugareños que salen de sus casas para sumarse al desfile sin dar ninguna importancia a las gotas de sangre que salpican y manchan la ropa.
La Iglesia Católica ha reiterado su oposición a este tipo de ritos, popularizados en la provincia de Pampanga en los últimos 60 años, puesto que considera que estos actos sólo buscan el bien propio y se alejan del significado de la pasión de Cristo.
"Sólo hubo una crucifixión que salvó a la humanidad. Estas tradiciones representan una versión muy fanática del catolicismo, sus motivaciones son totalmente distintas de las que enseña la Iglesia", dice a Efe Monseñor Pedro Quitorio, portavoz de la Conferencia Episcopal filipina.
Más del 80 por ciento de los 94 millones de habitantes de Filipinas se declaran católicos.
Fuente: listindiario.com
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