10:04 p. m.
Valerio Mateo Rosario
18/04/2011.
10:14 PM.
SANTO DOMINGO.- Por lo menos doce senadores se habrían reunido esta tarde en la capital para trazar el curso a seguir ante la indefinición de la perimera dama, Margarita Cedeño, luego que fuera proclamada la semana pasada precandidata presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Los legisladores se habrían reunido en el restaurant El Vesubio a fin de coordinar acciones de forma unificada de cara al proceso electoral interno que celebrará el PLD el 20 de junio próximo.
Los congresistas formaban parte de los 27 senadores que apoyaban la repostulación del presidente Leonel Fernández, pero al parecer quedaron sin un ''Plan B'' cuando el gobernante anunció su decisión de no aspirar a un nuevo período de gobierno mediante un discurso que dirigió a la Nación el 8 de abril.
Y ese ''Plan B'' se expresó para la mayoría de los reeleccionistas en la posibilidad de presentar la precandidatura de Cedeño durante la reunión del Comité Central del PLD celebrada el domingo 11 de abril en el hotel Meliá, en la que además se ''bajaron'' a las bases las precandidaturas de otros seis aspirantes presidenciales.
Sin embargo, la indecisión de Cedeño ha sorprendido a una opinión pública preparada desde hace varios meses para recibir formalmente su precandidatura, ya que sus aspiraciones presidenciales venían siendo promocionadas desde el año pasado en los diferentes medios de comunicación y en vallas publicitarias a través de todo el territorio nacional.
Inclusive, dos semanas antes del discurso con el que Fernández ''declinó'' aspirar nuevamente a la presidencia, el incremento de la propaganda publicitaria de la Primera Dama se hacia más que evidente.
Y todo parece indicar que la indecisión de Cedeño para arrancar formalmente con su campaña interna radica en que Fernández no estaría de acuerdo con esa empresa, a causa del rechazo que recibió de gran parte de los miembros del Comité Político y el costo económico y político que significaría asumir un proyecto de esa naturaleza para el Gobierno y el propio mandatario.
Fernández estaría actualmente frente al dilema de cargar sobre sus hombros la precandidatura presidencial de su esposa y derrotar a su principal adversario, Danilo Medina, o cumplir su promesa de mantenerse ''neutral'' y observar impotente cómo la poderosa maquinaria de su antiguo delfín asplasta la posibilidad de su esposa haga historia como la primera presidenta dominicana.
De respaldar las aspiraciones de su consorte, Fernández tendría que utilizar todo su poder e influencia, con todo lo que significaría en perjuicio de los recursos del Estado, así como del costo político que su decisión provocaría en las filas peledeístas
Pero, además, un eventual triunfo interno de Cedeño y luego frente al candidato presidencial perredeísta, Hipólito Mejía, sería visto, quiérase o no, como un cuarto mandato del presidente Fernández, lo que contribuiría a desgastar su figura política y la de su propio partido de cara a la población.
Y si bien Fernández, forzado por las circunstancias, se vio obligado a declinar sus aspiraciones de optar por un nuevo mandato, sin dudas su maquinaria político-electoral se mantendría intacta y su imagen fresca, reciclada, luego de un receso de cuatro años, de cara a los comicios de 2016.
Una victoria electoral de su esposa, sin bien obviamente le llenaría de satisfacción, en términos de sus propias aspiraciones presidenciales, no sería beneficiosa. Y Esas y otras razones, son al parecer la causa principal de que Cedeño (o sus colaboradores) se haya limitado hasta ahora a responder mensajes a través de la red social Twitter relativos a la eventual declinatoria de sus aspiraciones cuando afirma, más o menos con esas palabras, que la última palabra la tendrá el pueblo.
Y lo que es peor, a dejar plantado a un grupo de seguidores que inauguraron el sábado un comando de campaña y realizaron una caravana por varios sectores del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
Los legisladores se habrían reunido en el restaurant El Vesubio a fin de coordinar acciones de forma unificada de cara al proceso electoral interno que celebrará el PLD el 20 de junio próximo.
Los congresistas formaban parte de los 27 senadores que apoyaban la repostulación del presidente Leonel Fernández, pero al parecer quedaron sin un ''Plan B'' cuando el gobernante anunció su decisión de no aspirar a un nuevo período de gobierno mediante un discurso que dirigió a la Nación el 8 de abril.
Y ese ''Plan B'' se expresó para la mayoría de los reeleccionistas en la posibilidad de presentar la precandidatura de Cedeño durante la reunión del Comité Central del PLD celebrada el domingo 11 de abril en el hotel Meliá, en la que además se ''bajaron'' a las bases las precandidaturas de otros seis aspirantes presidenciales.
Sin embargo, la indecisión de Cedeño ha sorprendido a una opinión pública preparada desde hace varios meses para recibir formalmente su precandidatura, ya que sus aspiraciones presidenciales venían siendo promocionadas desde el año pasado en los diferentes medios de comunicación y en vallas publicitarias a través de todo el territorio nacional.
Inclusive, dos semanas antes del discurso con el que Fernández ''declinó'' aspirar nuevamente a la presidencia, el incremento de la propaganda publicitaria de la Primera Dama se hacia más que evidente.
Y todo parece indicar que la indecisión de Cedeño para arrancar formalmente con su campaña interna radica en que Fernández no estaría de acuerdo con esa empresa, a causa del rechazo que recibió de gran parte de los miembros del Comité Político y el costo económico y político que significaría asumir un proyecto de esa naturaleza para el Gobierno y el propio mandatario.
Fernández estaría actualmente frente al dilema de cargar sobre sus hombros la precandidatura presidencial de su esposa y derrotar a su principal adversario, Danilo Medina, o cumplir su promesa de mantenerse ''neutral'' y observar impotente cómo la poderosa maquinaria de su antiguo delfín asplasta la posibilidad de su esposa haga historia como la primera presidenta dominicana.
De respaldar las aspiraciones de su consorte, Fernández tendría que utilizar todo su poder e influencia, con todo lo que significaría en perjuicio de los recursos del Estado, así como del costo político que su decisión provocaría en las filas peledeístas
Pero, además, un eventual triunfo interno de Cedeño y luego frente al candidato presidencial perredeísta, Hipólito Mejía, sería visto, quiérase o no, como un cuarto mandato del presidente Fernández, lo que contribuiría a desgastar su figura política y la de su propio partido de cara a la población.
Y si bien Fernández, forzado por las circunstancias, se vio obligado a declinar sus aspiraciones de optar por un nuevo mandato, sin dudas su maquinaria político-electoral se mantendría intacta y su imagen fresca, reciclada, luego de un receso de cuatro años, de cara a los comicios de 2016.
Una victoria electoral de su esposa, sin bien obviamente le llenaría de satisfacción, en términos de sus propias aspiraciones presidenciales, no sería beneficiosa. Y Esas y otras razones, son al parecer la causa principal de que Cedeño (o sus colaboradores) se haya limitado hasta ahora a responder mensajes a través de la red social Twitter relativos a la eventual declinatoria de sus aspiraciones cuando afirma, más o menos con esas palabras, que la última palabra la tendrá el pueblo.
Y lo que es peor, a dejar plantado a un grupo de seguidores que inauguraron el sábado un comando de campaña y realizaron una caravana por varios sectores del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
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