06/05/2011. 9:10 AM. Nueva Delhi, 6 may (EFE).- Tras unos meses en los que parecía que la India y Pakistán retornaban a un clima de entendimiento, la muerte de Osama Bin Laden ha elevado de nuevo la tensión entre las dos potencias nucleares, con consecuencias por conocer. A instancias de su primer ministro, Manmohan Singh, la India había optado por dialogar con Pakistán para lograr la entrega de los supuestos responsables del asalto de Bombay de 2008 y de otros terroristas que, según los indios, residen en el vecino país. Pero la muerte de Bin Laden a manos de las fuerzas especiales estadounidenses en una operación nocturna en el norte paquistaní ha dado alas a los sectores indios más proclives a un trato firme con Pakistán y a la puesta en práctica de operaciones similares. "Querría decir que si surgiese una situación así, nuestro Ejército es competente para llevarla a cabo", dijo el miércoles el jefe de las Fuerzas Armadas indias, V.K. Singh, en referencia a un ataque "preventivo", una opción acariciada por la India en el pasado. No pasaron ni 24 horas sin una respuesta. "Hay mucha bravata en la región. Algunos dicen que la acción de EEUU puede repetirse. Creemos que una desgracia así causaría una catástrofe terrible", dijo el secretario paquistaní de Exteriores, Salman Bashir. "Cualquier otro país que asuma el derecho a una acción unilateral de cualquier tipo verá que, en lo que respecta a Pakistán, ha cometido un error básico", advirtió Bashir en rueda de prensa y ante decenas de medios. Comprobar que el jefe de Al Qaeda estaba en Pakistán ha servido a la oposición política y medios indios para reforzar su visión de que el vecino continúa sirviendo de refugio y hasta amparando a grupos terroristas que tienen a la India en el punto de mira. "Tenemos que dar un paso adelante. No debe haber diálogo si no nos entregan a los terroristas. Suspender el diálogo es la mejor forma de presión", dijo a Efe Ram Nath Kovind, portavoz de la formación nacionalista Bharatiya Janata Party (BJP). El BJP ha aprovechado la coyuntura para tildar a Pakistán de "epicentro" y "patrocinador" del "terrorismo global" y pedir una "diplomacia coercitiva", pero también algún portavoz del Gobierno ha dicho que hablar con Pakistán sin contrapartidas no merece la pena. Las dos potencias nucleares del sur de Asia han mantenido unas relaciones delicadas desde su partición e independencia en 1947, con tres guerras y otros conflictos menores alternados con intentos de canalizar su relación sin, por ahora, muchos frutos. El asalto de Bombay, en el que murieron 166 personas, llevó a la India a congelar la relación bilateral y, aunque en los últimos meses habían tenido lugar varios contactos que aliviaron las tensiones, la operación contra Bin Laden parece haber vuelto a acentuarlas. "Hay que esperar: incluso si el Gobierno indio opta por mantener el diálogo, un Pakistán inestable hará que para la parte paquistaní nuestras conversaciones dejen de ser prioritarias", dijo a Efe el diplomático Lalit Mansingh, ex secretario indio de Exteriores. La India y Pakistán mantienen desplegados cientos de miles de soldados en Cachemira, una histórica región de las estribaciones del Himalaya que ha sido causa de dos guerras desde 1947 y que continúa siendo el principal contencioso en sus relaciones. Ambos países salieron del armario nuclear en 1998, con pruebas atómicas casi consecutivas, y los tiroteos en la frontera cachemir aún son frecuentes: ayer mismo, el Ejército indio acusó públicamente al paquistaní de haber disparado contra sus posiciones. El diálogo bilateral es una apuesta personal de Manmohan Singh, quien llegó a invitar a su homólogo paquistaní, Yusuf Razá Guilani, a presenciar en marzo en la ciudad india de Mohali la semifinal India-Pakistán del mundial de críquet. Singh debía devolver la visita al primer ministro de Pakistán a lo largo de este año y un portavoz del Gobierno indio ha asegurado a Efe que la agenda de conversaciones va a continuar, aunque está por ver cómo afectará a las delicadas relaciones este nuevo intercambio verbal. "La muerte de Bin Laden va a tener efectos tremendos. Creo que el diálogo entre India y Pakistán va a ser tempestuoso, y afrontamos un año perdido en el sur de Asia", dijo a Efe el analista Firdaus Ahmed, del Instituto indio de Estudios de Paz y Conflicto.
6 may 2011
MUERTE DE BIN LADEN ELEVA TENSIÓN ENTRE POTENCIAS NUCLEARES DEL SUR DE ASIA.
8:42 a. m.
Valerio Mateo Rosario
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