POR FAVOR, PAREN ESO.

POR JOSE ANTONIO MATOS.

19/06/2011.

Hace apenas dos días, nuestro flamante y tiránico senado de la república, aprobó el paquete fiscal, que yo lo denominé, el Danilazo, por las implicaciones electorales que le atribuyo. Y

Tiránico, porque nuestro señor presidente, Leonel Fernández, Le llamó a un congreso constituido por 29 senadores, de 30, tiranía de la mayoría, por tanto, el número y las acciones éste, lo hacen merecedor de esa nomenclatura.

El pare que usamos en estas letras, es un llamado a la reflexión, al ejecutivo y al legislativo. Al ejecutivo, porque tiene que llegar a entender, que no puede seguir co esa secuencia iterativa de gastos, y el legislativo, porque a pesar de su dependencia, en su procedencia, del ejecutivo, tienen también, una procedencia y dependencia, primero del pueblo dominicano, segundo, de su reglón, y en tercer e importantísimo lugar, de su comunidad, que en este último caso, es el incúmbete principal en el conocimiento de los problemas de sus representados.

No hay manera de que el balance ingresos-gastos, se haga cero, cuando a diario, en el ejecutivo se creen cargos, gastos, obras y viajes, no contemplados en los ingresos, día por día.

El estado dominicano, en su conjunto, pero sobre todo, el poder ejecutivo, y luego, en orden de poder, el legislativo, tienen que reflexionar, antes de que sea demasiado tarde, ya que con los impuestos directos a todo, entre ellos, a los combustibles, la posibilidad de vida está tocando fondo, y cuando la gente no pueda más, no va a tributar, el estado dominicano no está cumpliendo su rol, el gobierno gastando, y el pueblo aguantando.

La vaca nacional, como el pueblo dominicano ha llamado al estado dominicano, en algunas ocasiones, no resiste que le sangren más. Al parecer, a algunos dominicanos en el poder, se le ha ido una ese de más, y en vez de decir república, dicen Res pública.

Nuestros legisladores, sobre todo los del suroeste, deberían estar legislando y resolutando en sus respectivas cúrreles, para apropiar fondos, por ejemplo, para recuperar el aliviadero de Canoa, que dejaría, en ciertos momentos de enviar, más de mil millones de millones de galones americanos de agua por día.