6:39 a. m.
Valerio Mateo Rosario
13/07/2011.
6:55 AM.
SANTO DOMINGO.- A sus 85 años, Mélida Adames sufre en vida lo que quizás no le depare la muerte. Su nieto de 28 años padece – o simula- de enfermedad mental y después de hacerla comer heces fecales, agredirla a puñetazos y quitarle la poca comida que le regalan los vecinos, la sacó de su propia casa y la echó a la calle.
Mélida se crio en Villa Altagracia, hace más de 40 años se casó y mudó con su marido a la calle Puerto Rico del sector Alma Rosa Segunda, en Santo Domingo. Procrearon cuatro hijos: uno que murió en un accidente, otro que se alejó a temprana edad del nido familiar, un tercero que es alcohólico y una cuarta que es quien le brinda amparo con lo poco que puede.
Cuenta que cuando murió su esposo pensó que viviría lo que le queda de vida tranquila al lado de su hijo, que luego se convirtió en alcohólico, y su nieto Junior Tolentino. Pero los últimos cinco años el joven de 28 años ha presentado síntomas de enfermedad mental y su costumbre es abusar de su abuela enferma.
“Lo último que hizo, hace 15 días, fue sacarme a patadas de mi propia casa. Si no fuese por mi hija, que vive en Villa Duarte, hoy pasaría yo lo que me queda de vida en la calle. Ya no aguanto más los abusos de mi nieto y todo porque supuestamente está loco”, narró.
Precisa que a Junior Tolentino lo han llevado en más de diez ocasiones al hospital psiquiátrico Padre Billini (28), pero que al llegar lo despachan porque supuestamente se encuentra estable. El diagnóstico difiere de las acciones del joven, quien mantiene en zozobra el sector.
Una suposición de Mélida Adames es que su nieto simula ser enfermo mental para arrebatarle su vivienda, lo que ya logró a palos y pedradas.
“Saliendo del manicomio se vistió y dijo que iba para el Palacio Nacional porque era el hijo del Presidente. ¿Y cómo es que si está sano sale con ese cuento?”, se pregunta la viuda.
Se presume que Mélida podría encontrar respaldo en su hijo y padre de Junior, pero a éste deben levantarlo diariamente de las calles ebrio y sucio por el exceso de consumo de alchohol.
Además de agredir a su abuela, el joven le pega también a su propio padre y hasta a los vecinos, quienes advierten que si las autoridades no hacen nada, tomarán cartas en el asunto y sin importar las consecuencias de sus actos.
Apuntó que puso la denuncia en el destacamento barrial, pero los agentes le dijeron que ese tipo de problemas no les compete porque involucra una persona enferma mental.
Mélida Adames expresó que se siente desesperada y desea pasar sus últimos días en la casa que con tanto sacrificio levantó junto a su fallecido esposo.
Hace un llamado al Ministerio de Salud Pública para que dispongan de un equipo especial que logre sacar de su casa a Junior Tolentino, supuesto enfermo mental.
Toruras
Una de las tantas maldades que Junior le hizo a su abuela antes de sacarla de su casa fue defecar en un plato, taparlo y brindárselo, diciendo que esa “comida” se la dio una vecina, pero que no tenía hambre. Al Melida destapar el plato notó que eran heces fecales.
Otra es que mientras se cepilla, el agua que usa para enjuagarse la boca se la arroja en la cara a la madre de su papá.
También, se masturba con frecuencia y le tira tira el semen en la cara a doña Mélida.
Además, aprovecha que su abuela esté comiendo para arrebatarle el alimento y decirle que ella no tiene derecho a comer.
Ahogada en llanto, doña mélida concluyó su relato en El Gobierno de la Tarde implorando porque alguien le ayude con una situación que la tiene desesperada.
Mélida se crio en Villa Altagracia, hace más de 40 años se casó y mudó con su marido a la calle Puerto Rico del sector Alma Rosa Segunda, en Santo Domingo. Procrearon cuatro hijos: uno que murió en un accidente, otro que se alejó a temprana edad del nido familiar, un tercero que es alcohólico y una cuarta que es quien le brinda amparo con lo poco que puede.
Cuenta que cuando murió su esposo pensó que viviría lo que le queda de vida tranquila al lado de su hijo, que luego se convirtió en alcohólico, y su nieto Junior Tolentino. Pero los últimos cinco años el joven de 28 años ha presentado síntomas de enfermedad mental y su costumbre es abusar de su abuela enferma.
“Lo último que hizo, hace 15 días, fue sacarme a patadas de mi propia casa. Si no fuese por mi hija, que vive en Villa Duarte, hoy pasaría yo lo que me queda de vida en la calle. Ya no aguanto más los abusos de mi nieto y todo porque supuestamente está loco”, narró.
Precisa que a Junior Tolentino lo han llevado en más de diez ocasiones al hospital psiquiátrico Padre Billini (28), pero que al llegar lo despachan porque supuestamente se encuentra estable. El diagnóstico difiere de las acciones del joven, quien mantiene en zozobra el sector.
Una suposición de Mélida Adames es que su nieto simula ser enfermo mental para arrebatarle su vivienda, lo que ya logró a palos y pedradas.
“Saliendo del manicomio se vistió y dijo que iba para el Palacio Nacional porque era el hijo del Presidente. ¿Y cómo es que si está sano sale con ese cuento?”, se pregunta la viuda.
Se presume que Mélida podría encontrar respaldo en su hijo y padre de Junior, pero a éste deben levantarlo diariamente de las calles ebrio y sucio por el exceso de consumo de alchohol.
Además de agredir a su abuela, el joven le pega también a su propio padre y hasta a los vecinos, quienes advierten que si las autoridades no hacen nada, tomarán cartas en el asunto y sin importar las consecuencias de sus actos.
Apuntó que puso la denuncia en el destacamento barrial, pero los agentes le dijeron que ese tipo de problemas no les compete porque involucra una persona enferma mental.
Mélida Adames expresó que se siente desesperada y desea pasar sus últimos días en la casa que con tanto sacrificio levantó junto a su fallecido esposo.
Hace un llamado al Ministerio de Salud Pública para que dispongan de un equipo especial que logre sacar de su casa a Junior Tolentino, supuesto enfermo mental.
Toruras
Una de las tantas maldades que Junior le hizo a su abuela antes de sacarla de su casa fue defecar en un plato, taparlo y brindárselo, diciendo que esa “comida” se la dio una vecina, pero que no tenía hambre. Al Melida destapar el plato notó que eran heces fecales.
Otra es que mientras se cepilla, el agua que usa para enjuagarse la boca se la arroja en la cara a la madre de su papá.
También, se masturba con frecuencia y le tira tira el semen en la cara a doña Mélida.
Además, aprovecha que su abuela esté comiendo para arrebatarle el alimento y decirle que ella no tiene derecho a comer.
Ahogada en llanto, doña mélida concluyó su relato en El Gobierno de la Tarde implorando porque alguien le ayude con una situación que la tiene desesperada.
Fuente:Z101digital.com
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