24 ene 2012

Estudiantes RD cambian español por mandarín

24/01/2012.   
2:10 PM.   

TAIPEI, TAIWÁN. Los jóvenes Stanli Polo Paredes y Amauris Guerrero Cepeda tomaron "vacaciones" del español y la jerga dominicana, y vinieron a finales del pasado año a la Fu Jen Catholic University de este país a estudiar mandarín, el "idioma de los negocios".

La cantidad de símbolos y compleja gramática que conforman esta lengua (más de 20 mil caracteres en comparación con el español que son 27) son un reto que quieren superar al visualizarse realizados profesionalmente como parte del grupo de dominicanos becados en Taiwán gracias a un acuerdo entre el gobierno de esta nación y el de República Dominicana.

En el 2010 llegó a Taiwán la primera promoción de estudiantes dominicanos para realizar estudios superiores y de mandarín en diversas universidades.

"La segunda promoción, en la cual me encuentro como líder frente a la embajada domínico-taiwanesa, es un grupo de dieciséis estudiantes: once estudiantes de chino mandarín (1 año) y cinco como estudiantes de chino mandarín (1 año) y períodos de dos a cuatro años para realizar carreras de grado y maestrías", explica Stanli, de 21 años, oriundo del municipio de Consuelo en San Pedro de Macorís.

La primera vez que ambos vinieron a Taiwán, lo hicieron en el 2010 para participar en el Curso de Desarrollo Nacional del Ministerio de Defensa del gobierno taiwanés, y les impresionó el respeto, la disciplina y el trabajo de los ciudadanos de esta nación que se ha convertido en potencia mundial en el área de negocios tecnológicos.

Ya hoy, Stanli, quien cursó estudios de Administración de Empresas en la Universidad Central del Este en su país natal, tiene en agenda permanecer cinco años estudiando chino y Negocios Internacionales en la Fu Jen Catholic University, en Taipei.

En poco tiempo ha adquirido una habilidad por el idioma oriental y se le puede ver hablando de manera fluida con los taiwaneses quienes, asegura, no lo discriminan por su color ni procedencia.

"Este es un gran reto, ya que al momento de iniciar las clases de mandarín le tomas un poco de miedo por la complejidad del mismo, pero ya luego de haberte adaptado en tres o cuatro meses, lo tomas de una manera más calmada y por ende más fácil", asegura Stali.

Amauris, de 25 años y oriundo del municipio Juan de Herrera de San Juan, es estudiante de término de Administración de Empresas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Detuvo sus clases para aventurarse a viajar a Taiwán y estudiar mandarín con la visión de luego cursar algún estudio superior.

Aunque extraña su tierra, en especial la gastronomía criolla, entiende que el cambio cultural es necesario para superarse en un país que le ha dado una visión de progreso. "Ahora que estoy viviendo en Taiwán me doy cuenta que República Dominicana tiene el potencial para desarrollarse igual o mejor que Taiwán", dice el joven.

Aunque existen otros estudiantes dominicanos en la isla oriental, pertenecientes al Ministerio de las Fuerzas Armadas de República Dominicana, y otros que lo hacen por su cuenta, el grupo de jóvenes becados valora la apertura dada por los gobiernos taiwanés y dominicano.

para trabajar


"Debido al gran auge que han tenido las economías orientales, en relación a aquellas de occidente, el aprender chino-mandarín le garantiza a cualquier experto del área de los negocios una fuente de trabajo de contacto con y en los países que tienen relaciones comerciales con Taiwán y demás de habla china. El chino se cataloga como el idioma del futuro, por ende el aprenderlo, para mí es un privilegio, más que una pérdida de tiempo", en opinión de Stalin.

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