11 oct 2012

Delincuencia Juvenil, Drogas, sexo y alcohol… Un mal por resolver

18/10/2012.  
Por:

Por: Mirla María Pérez

Actualmente nuestra sociedad está siendo marcada por una ola de atracos, violencia y abusos, los cuales fijan como protagonistas principales niños/as y adolescentes que se han lanzado a las calles, desafiando toda norma social, infringiendo las leyes, violando de los derechos de los demás sin medir las consecuencias. Todo esto sucede ante la mirada atónita de la ciudadanía que promueve el aumento de los castigos, sin detenerse a explorar el origen de las conductas.

Sin realizar investigaciones, algunos infieren que la causa es la pobreza extrema, producto de la desigualdad social, otros afirman que se da como consecuencia de la paternidad y maternidad irresponsable, entre otros supuestos que se relatan como elementos detonantes de la problemática.

Queremos como nación aumentar las penas a los menores que delinquen, sin trabajar en las causas que los guían hacia los delitos. Está demostrado que de nada valdrá, ya que cito el ejemplo de Estados Unidos, donde en diversos estados existe la pena de muerte, sin embargo es donde se registran la mayor cantidad de asesinos en serie, secuestros, consumo y tráfico de drogas entre otras fechoría. Entonces me pregunto:

¿Seguirán nuestras autoridades dando palos a ciegas en asuntos tan importantes para el desarrollo de nuestro país? creo que ya esta bueno, llegó el momento de ir a la raíz y dejar de poner curitas en una herida de profundidad.

Pienso que llegó el momento de que las instituciones competentes (sobre todo aquellas que tienen que ver con niñez y adolescencia) hagan su trabajo al respecto, llegó el momento de que nuestro estado invierta en investigaciones y acciones certeras que pueden arrojar luces en tanta oscuridad, que conlleven a tratamientos preventivos y medidas correctivas oportunas.

No somos capaces de regular el bombardeo de violencia, droga y sexo que se promueve a través de las estaciones de radio y televisión, las cuales colocan cuanta cosa le aumente el rating sin medir las consecuencias.

No somos capaces como estado de garantizar derechos fundamentales como la salud y la educación a nuestros menores.

De manera incoherente queremos reducir el índice de embarazos en adolescentes y los feminicidios, sin embargo mantenemos la promoción de la violencia y pornografía en los medios radiales, televisivos en los cuales para promover un refresco o cualquier otro producto, se muestra una mujer desnuda o se hacen alusiones de gemidos que nada tienen que ver con el producto en cuestión, despertando así el morbo e incitando conductas sexuales a temprana edad, ofendiendo el pudor de las mujeres, haciendo una de las más sutiles pero ofensivas formas de violencia contra la mujer.

Sabemos y vemos todos y todas como niños/as, en ocasiones menores de 5 años de edad deambulan y mendigan en nuestras calles principalmente en los Parques, encontrándose solos o en pandillas, a altas horas de la noche, tomando alcohol y “todos los malos ejemplos” ante la mirada indiferente de las autoridades y la ciudadanía, nadie hace o dice nada, sin embargo estamos claros de que estos niños/as, crecen con estos aprendizajes.

¿Qué esperamos que sean mañana? Basta ya de hipocresías.

Antes de finalizar, quiero dejar claro que con esto jamás estaré defendiendo los delincuentes de ningún tipo, ni juveniles, ni adultos, pero debemos quitarnos el velo y ver que estamos creando monstruos que no podremos controlar, debemos visualizarnos como parte del sistema que fomenta y permite el desarrollo de sus propios males.

Propongo entonces que cada uno como ciudadano juegue su papel, no sigamos indiferentes permitiendo que la pornografía, drogas y sexo sigan arropando nuestros jóvenes, exijamos al gobierno un trabajo integral en la familia dominicana, alejándonos de la politiquería barata para lograr un bien común.

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