SOY DUARTIANO Y NO ME DABA CUENTA

28/01/2013.  
Por: Pedro Antonio Mateo Ibert

Duarte debe ser el ejemplo todos los días, no solo el 26 de Enero de cada año.

Ahora que estamos inmersos en la celebración del bicentenario del Patricio Juan Pablo Duarte, debo admitir que soy Duartiano y no me daba cuenta. No me daba cuenta porque, aunque había leído sobre el padre de la Patria, lo que había hecho se no trataba de una imitación, sino de cumplir con un compromiso heredado de mi familia: ser honesto sin importar las circunstancias.

Durante mi paso por la Fiscalía de San Juan de la Maguana, desde el 18 de Agosto del año 2004 hasta el 15 de Septiembre del año 2011, manejé recursos públicos aunque no en la cantidad que manejan otras instituciones.

En ese período de tiempo de siete años y veintisiete días, rendí cuentas al pueblo de los recursos manejados y las ejecutorias realizadas con los mismos en los ocasiones. La primera rendición de cuentas que hice la titulé “Memorias de una Gestión”, y la segunda rendición de cuentas tuvo por título “Memorias de una Gestión II”.

Cuando me tocó remodelar las oficinas de la Fiscalía de San Juan de la Maguana, compré aires acondicionados, hicimos cubículos para fiscales y secretarias, compramos computadoras y pintamos puertas y paredes, y la inversión no paso de Doscientos Noventa y Dos Mil pesos (RD$292,000.00).

Mucha gente en privado me preguntó que si yo era mago, que hacía que los cuartos me rindieron tanto y le respondía que no, que lo único que había hecho era manejar con honestidad, transparencia y calidad los recursos puestos en mis manos.

Recuerdo que en una ocasión, antes de ser Ministerio Público, me tocó realizar una encomienda en una institución a la que pertenecía. Para ello recibí Ciento Treinta y Cinco Mil Pesos ((RD$135,000.00) y recuerdo como ahora mismo, que me sobraron siete mil pesos, los cuales devolví a la persona indicada, de cuya entrega conservo el recibo firmado como prueba de que no estoy inventando.

Después de si designación como Ministerio Público, tanto en la Fiscalía como en la Procuraduría ante la Corte de San Juan de la Maguana, mi norte ha sido el respeto por la Constitución y las leyes, respetando siempre la dignidad de los demás seres humanos no importa su condición social, credo político o religioso, preferencias sexuales o color de su piel.

Pero todo lo que he descrito no lo hice ni lo hago a cambio de recibir elogios ni de que me tributen y me rindan pleitesías. Es solo la satisfacción de cumplir con mi responsabilidad de forma correcta y que los demás se sientan representados en mi.

Por eso digo que soy Duartiano y no me daba cuenta, porque el Patricio fue partidario de todas las cosas que yo he practicado. Era partidario de la transparencia, de la rendición de cuentas del respeto a la Constitución y las leyes, del respeto a la dignidad de la persona, entre otras más por las que luchó para que hoy seamos una Nación soberana, libre e independiente.

La Nación dominicana reclama que imitemos a Duarte, aunque para ello, no necesariamente tenemos que darnos cuenta que lo estamos imitando. Simplemente tenemos que habernos propuesto ser honestos con los recursos que manejemos, guardar respecto por los demás y rendir cuentas al pueblo que es el soberano.

Por eso creo que el mejor homenaje al Patricio Juan Pablo Duarte de todos y todas los dominicanos y las dominicanas, es amar al prójimo como a nosotros mismos. Es amar a la Patria que él forjó quitándose incluso de sus bienes económicos heredado de su padre, el cual era un próspero comerciante de la época.

No basta con rendirle homenaje cada 26 de Enero con motivo de un año más de su natalicio, como el rendido el sábado 26 de Enero del año 2013.

Seamos Duartianos y honremos a Duarte, predicando con su ejemplo.

*El autor es Abogado y Periodista. Actualmente se desempeña como Procurador General Titular de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de San Juan de la Maguana.

26 de Enero del año 2013.