La enseñanza de la historia debe partir de una interrogante en un viaje hacia lo desconocido, igual que un artista que durante ese viaje le va dando forma a un entorno por descifrar. A medida que se involucra en ese mundo o en esa época, va descubriendo cada elemento, cada detalle, para darle una excelente conclusión.
Así mismo, en la enseñanza de la historia, se adentra en la época y en los personajes que interactúan en dicho proceso para que al impartirla, el espectador que quiere involucrarse en ese mundo mágico no se aburra y pierda el interés por descubrir la verdad.
Esos acontecimientos deben darse a través de un análisis crítico y reflexivo de los proceso y penetrar en el perfil psicológico de cada uno de sus personajes.
En la Didáctica de las Ciencias Sociales de Ana María Orradre de López Picasso y José H. Svarzman (en la página 209) dice ‟ la enseñanza de la historia tiene por finalidad no sólo informar sino también propender a la formación de un individuo que sea capaz de desarrollar un espíritu crítico y una actitud investigativa (plantearse interrogantes, hipótesis, observar, comparar, establecer, analizar, inferir, transferir).
La enseñanza de la historia no es para juzgar el hecho ni a los personajes, sino, para escudriñar de forma minuciosa cada elemento y actuaciones de los involucrados, analizar e interpretar cada momento histórico en el contexto y el quehacer del ser humano en la sociedad que le ha tocado vivir. Interpolar los acontecimientos del momento a esas épocas para descubrir el porqué de las actuaciones de sus personajes, por qué, para qué, cómo, dónde y cuándo se produjeron.
¿Qué haríamos nosotros dada cada situación o fenómeno? Ese minucioso análisis nos servirá para hacer una mejor interpretación de los hechos o procesos y sacar mejores conclusiones, solo así tendremos mejor visión de lo que sucede en la actualidad. De esta manera planificar el futuro con una enseñanza de valoración y conocimientos patrióticos, para que hechos que se consideran funestos a los intereses de la patria no vuelvan a repetirse.
Su enseñanza no debe impartirse solamente de manera narrativa y descriptiva, que siempre debe estar presente, sino, en la búsqueda de la verdad, mediante un análisis investigativo, crítico y reflexivo de la realidad en los procesos históricos.
La historia es la memoria de los pueblos.
M.A. ARELIS TURBI

10:15 p. m.
Valerio Mateo Rosario


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