Dios y el pueblo les cobrarán a los traidores de la Patria

Por; Miguel Ángel Geraldo.  

Tras el inicio de una campaña que pretende terminar con la explotación de una mina de Oro en Las Lomas de Hondo Valle del municipio de San Juan de la Maguana, son muchos los sectores que se han opuesto a esta acción, en la cual podría constituirse en la fase inicial del exterminio de la población Sanjuanera y de la que está ubicadas aguas debajo del Río San Juan hasta llegar al mar Caribe.

Resulta un tanto extraño que nuestras autoridades, los mismos que fueron escogidos por el pueblo y aquellos que los nombró en posiciones cimeras el Partido de la Liberación Dominicana, por el que votó la mayoría del pueblo dominicano estén identificados con esa bomba de tiempo que representa la explotación con cianuro o detonaciones de dinamitas para extraer el mineral preciado, el cual le ha llenado los ojos a muchos foráneos y malos Sanjuaneros ambiciosos.

Aunque ya pasaron los tiempos del colonialismo, los extrajeron Canadienses quieren repetir la historia en donde por simple espejitos, engañaron a nuestro aborígenes para llevarse las piedras preciosas y de esa forma acabar con el mineral preciado el cual era encontrado en estas tierras hasta en los canales de riego.

Dios y el pueblo se encargará de cobrarles con creces a los traidores y enemigos de la Patria, los cuales están enarbolando la bandera enemiga y sonando tambores de retirada cuando bien pudieran estar al frente con sus sables comandando a nuestras tropas para salir airosos y ganadores de esta guerra que presenta para nosotros conciudadanos mantener con vida estas montañas vírgenes en donde aún se mantiene vivo nuestro ecosistema compuesto por la flora,, vida silvestre, fuentes acuíferas y el verdor de nuestras tierras.

Los ejemplos de que donde quiera que se explota una mina de Oro deja consecuencias funestas no están lejos, bastaría solo con referirnos a Bonao con la Faconbrige o seguir transitando hasta llegar a Pueblo Viejo de Cotuí en donde la poderosa Barrick Gold ha enfermado a medio pueblo y que producto de esa contaminación hasta las criaturas nacen con disformidades físicas.

Señor presidente, los Sanjuaneros sensatos le pedimos a usted no ser parte del montón, no sea cómplice con aquellos traidores de su pueblo que han colgado las buenas costumbres y principios patrióticos y religiosos por unos cuantos pesos.

De solidarizarse con los foráneos y los enemigos del patio, le pedimos que antes de firmar la aprobación de la explotación de la mima, utilice los equipos pesados que posee cada una de las instituciones del sector construcción para que en cada paraje, en cada sección, en cada distrito y en cada municipio usted cree nuevos cementerios para enterrar a sus compueblanos señor presidente.