Santiago.- El ayuntamiento de Santiago no escapó a la práctica gubernamental de crear nóminas especiales, tipo nominillas, para emplear personal y hacer pagos fuera de todo tipo de control. En efecto, una auditoría de la Cámara de Cuentas, que cubrió dos años de gestión municipal, encontró que la sindicatura de José Enrique Sued creó lo que denominó “nómina social II”.
Se trata de una nómina creada de común acuerdo con regidores, pero al margen del Concejo Edilicio, y desde la cual se emitieron cheques por un monto superior a los RD$51 millones. El cabildo gastó, además, cerca de RD$800 mil en palcos para ver juegos de beisbol.
Santiago.- El síndico José Enrique Sued creó la denominada “nómina social II”, en la que estaban incluidas personas que no realizaban ninguna labor en el cabildo, sin la aprobación del Concejo de Regidores, según establece una auditoría de la Cámara de Cuentas.
Al ser consultado por los auditores del organismo, el 24 de julio de 2008, el síndico explicó que hubo “un acuerdo de oficina” entre él y los regidores, y que la idea de implementar la referida nómina se debió a que fue obligado por los ediles.
Mediante ese capítulo se emitieron cheques por un monto de RD$51, 171,007, según consta en la auditoría que evaluó el desempeño administrativo desde el primero de enero de 2006 al 24 de julio de 2008.
En la auditoría también se comprobó que las autoridades municipales efectuaron pagos en exceso a contratistas por RD$4, 633,242, que representan erogaciones superiores a las labores ejecutadas en las obras viales, iglesias, sistema pluvial, de bien social y de recreación, como parques y clubes.
De acuerdo con la experticia, las cubicaciones pagadas presentan montos superiores a los determinados por los técnicos de la Cámara de Cuentas.
En ese sentido, se emitieron cheques por RD$55,143,581, pero la evaluación del organismo determinó que los costos ascendieron a RD$50,510,339.
Pagos a empleados. En la auditoría también se estableció que hubo pagos de cheques para la realización de operativos de limpieza en diferentes sectores del municipio, por un monto de RD$1,192,800.
Los cheques eran emitidos a nombre de Ambiorix Colón, director del departamento de transportación, y/o Silvestre Aquino, director del departamento de limpieza, de Miguel Cabrera y Juan de los Santos Colón.
La auditoría indica que los pagos no se manejaron con transparencia, ya que las rúbricas de las personas que aparecen en los anexos, y que recibieron pagos en efectivo, nunca son iguales, debido a que una misma persona firmó con distrintos tipos de letras.
En los gastos de servicios municipales como compra de materiales de construcción, productos alimenticios y medicamentos, ayuda para cirugías, reparación de viviendas, y para de deudas a particulares, hubo pagos por RD$2, 420,775.
Estos saldos, según el informe, se realizaron sin el debido control y la transparencia adecuada, ya que estas donaciones se realizaban en un 80% sin tomarle la dirección, número de teléfono y fotocopia de cédula de los beneficiarios.
Sobre los casos de reparación de viviendas, ayuda para cirugías y pago de deudas a particulares, las facturas no tenían anexada la documentación que justificara la erogación realizada.
Según el informe, el 95% de esas personas fueron citadas vía el contralor municipal Rafael A. Suazo, para confirmar las donaciones, pero éstas no se presentaron a las oficinas del cabildo.
Pagos a familiares. Durante el proceso de revisión de los pagos a suplidores, los auditores confirmaron desembolsos para Benny Postre, por RD$2, 228,987.
Asimismo, determinaron que en los pagos no hubo transparencia, ya que entre la institución y el suplidor existe fuerte grado de consaguinidad.
La directora del departamento de protocolo, Wanda Giselle Candelario Sued, es sobrina del síndico e hija de Sarah Bernadette Sued, quien es la directora del departamento de plazas y parques.
Candelario Sued es la que se encarga de organizar todas las actividades sociales del cabildo, y quien, a solicitud del síndico, ordena los pedidos al suplidor Benny Postre, cuya propietaria es Sarah Carolina Candelario Sued, hermana de Wanda Giselle, e hija de Sarah Bernadette Sued, hermana del síndico.
Según la auditoría, estas personas declararon tener grado de consanguinidad entre sí, de acuerdo a entrevistas realizadas a cada uno de ellos el 24 de julio del 2008.
El síndico Sued, según el informe, admitió que la compra de bienes y servicios a personas con consanguinidad es violatorio al artículo 102 de la Constitución y al artículo 8 de la Ley 102-01, sobre código de ética del servidor público, pero dijo que tiene a sus parientes “porque le convenía a la institución, era lo mejor y lo más económico”.
La Ley 102-01 dice en su artículo ocho que “A todos los funcionarios o empleados públicos sujetos al presente Código de Ética, independientemente del nivel jerárquico que ostenten, les está prohibido, según la letra C de este artículo, lo siguiente: “Utilizar su cargo para obtener ventajas, beneficios o privilegios que no estén permitidos por la Ley, de manera directa o indirecta para él, algún miembro de su familia o cualquier otra persona, negocio o estudio”.
Los datos de esta auditoría están contenidos en el libro “La corrupción en el Ayuntamiento de Santiago. Resumen ejecutivo”, del periodista santiaguero Esteban Rosario.
Según la auditoría, el cabildo de Santiago no cumplía con lo establecido en el presupuesto de egresos para el periodo comprendido del 1 de enero del 2006 al 31 de diciembre del 2007.
Las cuentas que presentaron exceso de gastos por RD$17, 908,266, por encima de los presupuestados y de los ingresos recibidos, son las cuentas de combustibles y de publicidad.
Algunos familiares de Sued trabajan en el cabildo, y otros le venden servicios a la entidad.
La investigación también estableció que se emitieron cheques por concepto de RD$973,220, para compra de canastas navideñas para ser distribuidas a funcionarios y empleados del cabildo. También RD$841,542 para la adquisición de palcos en el estadio Cibao para empleados y funcionarios municipales, que según la Cámara de Cuentas debe correr por cada uno de ellos.
Para el pago de vigilantes en la residencia del síndico se pagaron RD$378,162.00, asignaciones que no fueron sometidas ni aprobadas por el Concejo de Regidores del cabildo. Estos gastos no están contemplados en la Ley 3455, del 21 de diciembre del 1952 ni en la Ley 176-07, del 17 de julio del 2007.
Para la compra de pasajes aéreos se hicieron pagos por valor de RD$297,405. Esos boletos se donaron a diferentes personas, entre el encargado de seguridad del síndico, Ambiórix Jiménez, beneficiado con un vuelo a la ciudad de Miami, supuestamente para resolver problemas relacionados con el cabildo.
Según la auditoría, Jiménez dijo en una entrevista el 14 de julio del 2008 que viajó en octubre del 2006, pero que no se acordaba cuál fue el motivo porque él viaja mucho.
El cabildo también emitió cheques por RD$120,707 para el pago de servicios odontológicos a personas relacionadas con la entidad, pero no se dice quiénes son.
También se usaron RD$50,919 en la compra de bicicletas que fueron donadas a hijos de funcionarios y empleados del cabildo.
La entidad gastó RD$14,731 en la compra de licuadoras para ser donadas a personas de escasos recursos económicos, sin embargo, a este desembolso no se le anexó la lista de los beneficiarios.
Con RD$64,109 se compraron artículos y accesorios que se donaron a las secretarias que laboran en los diferentes departamentos del cabildo, por cuyo gastos no hubo transparencia ni claro manejo, según la Cámara de Cuentas.
El cabildo hizo desembolsos por un monto de RD$110,050 para adquirir tres motocicletas marca Imperio, que se entregaron a tres vigilantes de la compañía Águilas de Acero, quienes ofrecen servicios en tres parques de la ciudad. Esos recursos se recuperarían al hacerles descuentos mensuales a la referida compañía. Hasta la fecha de la auditoría el cabildo no le había hecho ningún descuento a la empresa Representaciones Osiris, la que vendió las motocicletas el 19 de diciembre de 2006.
Por: JOSE ALFREDO ESPINAL
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