Nueva York, (EFE).- Los usuarios de Kindle en Estados Unidos podrán tomar prestados libros en formato digital de más de 11.000 bibliotecas de Estados Unidos, gracias a la incorporación del lector electrónico más popular del mundo a una red de la que ya forman parte algunos de sus principales competidores.
La tienda por internet Amazon, fabricante de Kindle, informó hoy que este servicio estará disponible hacia finales de año, tanto en sus lectores como a través de las aplicaciones gratuitas que ofrece para leer libros electrónicos en otros dispositivos como teléfonos móviles y computadores planos.
Para ofrecer este servicio -del que ya disfrutan los usuarios de los lectores electrónicos de Sony y Barnes & Noble, entre otros-, Amazon llegó a un acuerdo con la compañía OverDrive, que es la que gestiona los catálogos de muchas bibliotecas de Estados Unidos que ya prestan libros electrónicos.
A pesar de tratarse de libros electrónicos, las bibliotecas están autorizadas a prestar un número limitado de copias de un mismo ejemplar, por lo que puede ocurrir que los usuarios tengan que esperar a que otros devuelvan el libro, según advierte OverDrive. El periodo de préstamo suele oscilar entre una y dos semanas y para sacar los libros es necesario contar con un carné de biblioteca, al igual que funciona con los ejemplares en papel.
El responsable de Amazon para Kindle, Jay Marine, destacó en un comunicado la posibilidad que se da a los usuarios de hacer anotaciones en el libro en formato electrónico, algo prohibido en los impresos: "Si los usuarios vuelven a sacar el libro de la biblioteca o lo compran en Amazon se conservarán las notas, pero éstas no se mostrarán si el libro lo toma prestado otro cliente".
Esta empresa con sede en Seattle jamás ha dado cifras precisas de ventas, pero ha señalado en diversas ocasiones que ha colocado en el mercado "millones" de ejemplares del Kindle, que ha sido el producto mejor vendido en Amazon.com en los dos últimos años.
La tienda por internet Amazon, fabricante de Kindle, informó hoy que este servicio estará disponible hacia finales de año, tanto en sus lectores como a través de las aplicaciones gratuitas que ofrece para leer libros electrónicos en otros dispositivos como teléfonos móviles y computadores planos.
Para ofrecer este servicio -del que ya disfrutan los usuarios de los lectores electrónicos de Sony y Barnes & Noble, entre otros-, Amazon llegó a un acuerdo con la compañía OverDrive, que es la que gestiona los catálogos de muchas bibliotecas de Estados Unidos que ya prestan libros electrónicos.
A pesar de tratarse de libros electrónicos, las bibliotecas están autorizadas a prestar un número limitado de copias de un mismo ejemplar, por lo que puede ocurrir que los usuarios tengan que esperar a que otros devuelvan el libro, según advierte OverDrive. El periodo de préstamo suele oscilar entre una y dos semanas y para sacar los libros es necesario contar con un carné de biblioteca, al igual que funciona con los ejemplares en papel.
El responsable de Amazon para Kindle, Jay Marine, destacó en un comunicado la posibilidad que se da a los usuarios de hacer anotaciones en el libro en formato electrónico, algo prohibido en los impresos: "Si los usuarios vuelven a sacar el libro de la biblioteca o lo compran en Amazon se conservarán las notas, pero éstas no se mostrarán si el libro lo toma prestado otro cliente".
Esta empresa con sede en Seattle jamás ha dado cifras precisas de ventas, pero ha señalado en diversas ocasiones que ha colocado en el mercado "millones" de ejemplares del Kindle, que ha sido el producto mejor vendido en Amazon.com en los dos últimos años.
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