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Valerio Mateo Rosario
SANTO DOMINGO.- Un asesor del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de la República Dominicana admitió este jueves que las reformas propuestas en la víspera por el Gobierno elevarán las tasas de interés de la banca “que por tradición distribuye cada año mayores dividendos a sus accionistas”.
El economista Luis Reyes no descartó que estos últimos carguen los nuevos gravámenes a los usuarios del servicio, pero dijo que ello provocaría un enfriamiento deseable de la actividad productiva y ayudaría a mantener la estabilidad económica en momentos en que el déficit en cuenta corriente del Gobierno se acerca a US$5 mil millones.
Reveló que se justifica la reforma fiscal sometida al Congreso, la cual elevaría a 15% la presión tributaria actual de 13%.
Entrevistado por los periodistas Manuel Jiménez y Angel Barriuso en Propuesta Matinal, de 7:00 a 8:00 de la mañana por el canal 45, resaltó que el aumento fiscal había sido planteado de manera implícita por el Fondo Monetario Internacional desde la firma del acuerdo, y que las medidas comprometen menos la calidad de vida de los pobres.
Gravamen a los activos financieros
En su opinión la reforma fiscal más importante en el paquete es el gravamen a los activos financieros de la banca con el 1% sobre una base imponible estimada en RD$720,730 millones, lo cual aportaría al Estado RD$5,700 millones o, según otras estimaciones, RD$7,000 millones, incluidos activos físicos.
Acerca de la modificación al impuesto sobre la vivienda suntuaria se estima que el Gobierno recaudará RD$500 millones por efecto de la unificación de las propiedades de un mismo dueño para luego aplicar el impuesto a ese valor consolidado.
Dijo que en este aspecto no se perjudicará a los pobres que carecen de una vivienda que pueda valorada en seis millones de pesos y el impacto sobre los sectores medios estaría limitado por la irradiación que tendría sobre todo el espectro del aparato productivo nacional el aumento de la tasa de interés.
“Lo que los funcionarios deben hacer es informar a la población y sentarse con los sectores productivos para explicarles los riesgos asociados a un rompimiento del acuerdo con el Fondo”, organismo del cual dijo que planteó desde la firma del acuerdo mejorar las recaudaciones fiscales.
Si no mejora, habría colapso
Reyes dijo que si el Gobierno no mejora sus ingresos colapsaría su capacidad de pago de la deuda, y que el incumplimiento de esos compromisos le cerraría el recibo de desembolsos en divisas que no podría suplir el Banco Central por insostenible en el tiempo ni el mercado financiero local porque provocaría un incremento en la tasa de interés mayor al de la reforma fiscal.
Argumentó que si las reformas fiscales no se hacían, los costos y beneficios sociales y económicos serían perder la estabilidad macroeconómica, con mayor costo para los sectores de menores ingresos, pues ello derivaría en una inflación de hasta dos puntos porcentuales.
“Quiere decir que, por cada punto que se deprecie el tipo de cambio, el cincuenta por ciento se reflejará en inflación”, y reconoció que el sector empresarial puede ser perjudicado por el aumento de la tasa de interés, agregó.
Recordó que en el acuerdo con el FMI el presupuesto en ejecución contiene una reducción del déficit fiscal de 1%, equivalente a RD$22 mil millones, y la meta que es concluir este año con un déficit fiscal de 1.6% respecto al 3.5% de dos años atrás.
Argumentó que mientras se ajusta el gasto no se mejoran las recaudaciones, y el Gobierno ha llegado a un punto en que ya no tiene de dónde recortar más gastos, porque sus instituciones tienen que continuar operando y pagando servicios como electricidad, combustibles y teléfonos.
Respondió a quienes sugieren disminuir más la nómina pública que alrededor del 70 al 80 por ciento de sus integrantes son médicos, maestros, militares y policías, por lo que sólo quedaría recortar los intereses de la deuda, “que no se puede”.
“Invito a los empresarios, a la sociedad civil y al propio Gobierno a hacer un esfuerzo y sentarse a dar una explicación de las motivaciones de la reforma fiscal y sus implicaciones, elementos de juicio que permitirán sopesar la propuesta”, sugirió.
Interpretó que en las objeciones a la propuesta fiscal subyace desinformación o insuficiente información, lo que lleva a muchos a atribuir la causa a dispendio, que admitió puede existir en algunas agencias gubernamentales
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