4 jul 2011

Inscripción en colegio privado se lleva más RD$75 mil.

04/07/2011.

3:30 PM.

SANTO DOMINGO.- La educación de los hijos constituye un tormento para muchos padres por el costo que conlleva inscribir y mantener a sus vástagos en un centro educativo privado; cada año deben recurrir a préstamos bancarios, hipotecar el carro o vender algunos bienes para cumplir con esa obligación.

Carmen Acevedo es una madre soltera que gana RD$50,000 como ejecutiva de una empresa de comunicaciones y está atormentada porque esta semana tendrá que conseguir alrededor de RD$75,000 para inscribir y enviar al colegio a su hijo Juan Miguel, de 16 años de edad, que entrará a cursar el 4º año del bachillerato.

La cifra se duplica o triplica cuando las familias tienen que inscribir mayor número de hijos.

Esa es la inversión para una familia de clase media baja, porque los costos son exorbitantes cuando el centro educativo sube de categoría económica y calidad.

El pasado viernes, Carmen se presentó al colegio para inscribir a Juan Miguel y le pidieron RD$21,700 de inscripción, RD$15, 000 de derecho a graduación, RD$2,500 para materiales didácticos y RD$500 para financiar la Asociación de Padres.

Aademás, le entregaron una larga lista de textos escolares en los que tendrá que invertir unos RD$20,000 y le comunicaron la obligación de comprar dos o tres uniformes, los que vende el propio colegio por la suma de RD$3,000.

A esas obligaciones se suman la compra de zapatos, tenis para la práctica de deportes y la mochila, entre otros útiles escolares.

Antes de finalizar el presente mes Carmen debe pagar RD$6,900, correspondientes a la tarifa mensual.

A pesar del gran sacrificio económico que conlleva enviar a Juan Miguel a ese centro docente, Carmen afirma que le aterra la posibilidad de enviarlo a una escuela pública.

De las escuelas públicas le preocupan las constan tes pérdidas de docencia, las malas condiciones de los planteles, el déficit de butacas y otros problemas que, a su juicio, merman la calidad de la enseñanza.

“Tengo la obligación de preparar bien a mi hijo en una sociedad que está cada vez más competitiva”, afirma.

“El problema es mucho más complejo y no se limita a sugerir que quienes no pueden pagar envíen los hijos a las escuelas públicas, porque esas escuelas no están preparadas para recibirlos”, señala la atormentada madre.

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