9:50 AM.
Grupos de jóvenes saquean comercios e incendian coches en Birmingham, Leeds, Manchester, Liverpool y Bristol.- David Cameron preside hoy una reunión del Gabinete de crisis del Gobierno.
INGLATERRA.- Como un reguero de pólvora, la violencia callejera de Londres se ha extendido a otras partes de Reino Unido en las últimas 24 horas.
Si hasta ayer los disturbios se fueron propagando desde el barrio londinense de Tottenham, donde el sábado se encendió la mecha de la violencia tras la muerte del joven de 29 años abatido por la policía, en la noche del lunes se han registrado actos de pillaje y saqueos también en ciudades como Birmingham, Liverpool, Manchester, Nottingham, Leeds o Bristol, según informa la BBC.
En la capital británica, donde más de 1.700 policías han sido desplegados para intentar contener la situación, las revueltas se han intensificado caída la noche llevándose por delante tiendas, coches y mobiliario urbano mientras políticos y autoridades intentan hacer frente a una crisis política sin precedentes desde los ochenta.
Después de tres días de violencia en Londres, el primer ministro británico, David Cameron, interrumpió ayer sus vacaciones para regresar anoche a Londres ante la gravedad de la ola de violencia desatada.
Un portavoz de Downing Street confirmó que Cameron, que estaba de vacaciones en la Toscana italiana con su familia desde finales de julio, tiene previsto presidir a primera hora de mañana de hoy una reunión del Gabinete de crisis del Gobierno, denominado Cobra.
Hasta ayer, al menos 334 personas habían sido arrestadas, según ha informado la Policía Metropolitana, mientras que decenas de edificios, vehículos y tiendas de varios barrios de Londres han sido saqueados o quemados.
Ningún barrio está a salvo del estallido de violencia: se han registrado incidentes en zonas históricamente conflictivas como Brixton, al sur del Támesis, hasta áreas tranquilas como Enfield, al norte.
Para prevenir nuevos focos de conflicto, se han cerrado estaciones claves de Londres y alrededores como Barking, al este; Harrow-on-the-Hill, al oeste; y Peckham Rye, West Croydon y South Bermondsey, al sur.
En este sentido, la policía ha pedido a las familias que se pongan en contacto con sus hijos para asegurarse de que no se suman a manifestaciones violentas y ha pedido a los jóvenes que no salgan a la calle en los barrios más conflictivos.
Scotland Yard difundirá de forma masiva imágenes de las cámaras de seguridad para que los londinenses ayuden a identificar y detener a los autores de actos violentos.
Con virulencia, el caos ha brotado en otros puntos del país. En las últimas horas, la ciudad de Birmingham, en el centro de Inglaterra, ha registrado los primeros enfrentamientos entre jóvenes y la policía.
Tras Birmingham, se han producido desórdenes en Leeds, protagonizados por grupos de jóvenes encapuchados, similares a los que han llevado el pillaje y el descontrol a Liverpool o Manchester.
En la ciudad del Mersey, varios coches fueron incendiados y se han producido numerosos daños materiales, según ha informado la policía local.
En Bristol, al sur del país, algo más de un centenar de jóvenes, según datos de la policía, han causado numerosos destrozos en el centro de la ciudad, según informan diversos medios británicos.
Reacción política
Los políticos han tardado tres días en reaccionar. La ministra del Interior, Theresa May, interrumpió ayer por fin sus vacaciones estivales para reincorporarse a su despacho y el alcalde, Boris Johnson, se espera que regrese hoy a mediodía a la capital británica.
May achacó los disturbios a "delincuentes" y dijo que "no hay excusa" para lo que está sucediendo.
El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, defendió ayer por la tarde la labor de la Policía durante un encuentro con ciudadanos celebrado en el sur de la capital y en el que destacó que las fuerzas de seguridad han reaccionado "con rapidez" a las revueltas.
Clegg, liberaldemócrata, aseguró que la "prioridad" ahora es que la Policía sofoque los disturbios y, por tanto, ha descartado por el momento que se convoque de emergencia a los parlamentarios.
Por su parte, el líder del Partido Laborista, Ed Miliband, aplaudió la decisión de Cameron de regresar a Reino Unido porque hace falta una "respuesta coordinada" contra la violencia y "ayudar a las personas que han perdido sus casas y negocios".
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