20 nov 2011

El PP arrasa en elecciones en España; obtiene mayoría absoluta, 181-185, según sodeos.

20/11/2011.
4:45 PM.

El sondeo de TNS Demoscopia para RTVE y La Forta, único a pie de urna difundido tras el cierre de los colegios electorales, da una mayoría absoluta al PP con entre 181 y 185 representantes en el Congreso, que cuenta con un total de 350 escaños. De confirmarse estos resultados, Mariano Rajoy podría superar la mejor marca de su partido, alcanzada en 2000 por José María Aznar con 183 diputados.

La misma encuesta a pie de urna pronostica entre 115 y 119 escaños para el PSOE, lo que supone su peor resultado histórico tras el suelo marcado en 2000 por Joaquín Almunia con 125 representantes.

Con Cayo Lara al frente de las listas de Madrid y su único diputado en la última legislatura, Gaspar Llamazares, en las de Asturias, Izquierda Unida recuperaría su grupo propio en la Cámara Baja con entre 9 y 11 diputados. Con el lema ‘rebélate’, los de IU han pescado en el caladero del movimiento ‘indignado’ eclosionado una semana antes de las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

La paradójica fecha del 20 de noviembre será también la del regreso de la izquierda abertzale a las Cámaras. Tras varios años de ausencia -en 2004 por decisión propia y después por la Ley de Partidos-, los simpatizantes de esta opción política han podido votar a Amaiur en el País Vasco y Navarra. Su respaldo, según el sondeo a pie de urna, alcanza para formar un grupo parlamentario propio con seis o siete diputados.

El desencanto por PSOE y PP también se ha manifestado en el auge de UPyD. La ex dirigente socialista Rosa Díez dejará de ser la única representante ‘magenta’ en el Congreso y sumará entre 3 y cuatro representantes, lo que le da la posibilidad cierta de consolidar su partido a nivel nacional.

El elenco nacionalista se completa con CiU, que mejoraría sus resultados de 2008 con entre 13 y 15 diputados, PNV, que ha sufrido un sensible trasvase de sus votos al nacionalismo radical de Amaiur y podría perder su grupo parlamentario con sólo cuatro o cinco diputados, ERC, conservaría sus tres diputados, al igual que Coalición Canaria, que podría, según este sondeo, uno más a sus dos representantes. BNG repetiría su representación con dos diputados.

El puzzle se completa con un diputado de Foro Asturias, el partido fundado por el ex secretario general del PP y ahora presidente del Principado Francisco Álvarez-Cascos.

Equo, Equo, que intentaba aglutinar el atomizado voto ecologista, podría tener un diputado gracias a su alianza con Compromís en la Comunidad Valenciana en su estreno electoral.
Participación

Los datos provisionales de participación arrojan una menor afluencia que hace tres años. Hasta las 18.00 horas el 57,65% del censo había votado, frente al 60,95% que registraron las generales de 2008 a la misma hora. La comunidad con más participación es el País Vasco y la provincia, Alicante. En la última llamada a las generales, las abstenciones sumaron el 24,68%.

El movimiento 15-M no ha pedido el voto para ninguna formación pero diversos partidos han tratado de recoger su descontento. Las opciones de voto en blanco y nulo, posibles expresiones de ‘indignación’, representaron en 2008, el 1,12% y el 0,64%, respectivamente.
Jornada sin incidentes

La jornada ha transcurrido con normalidad. A las 9.00 horas han abierto los colegios donde han podido votar los más de 35,7 millones de españoles convocados a las urnas (Canarias lo ha hecho una hora más tarde y cerrará también 60 minutos después).

La subsecretaria de Interior, Pilar Gallego, y el secretario de Estado de Comunicación, Félix Monteira, han destacado que el mal tiempo que está acompañando la jornada electoral no ha provocado incidentes que afecten al desarrollo de la votación.
Una votación crucial

Ha sido una votación crucial, puesto que los españoles han acudido a los colegios electorales sumergidos en una crisis de extrema gravedad que ha llevado a PSOE y PP a medirse con una brecha hasta ahora desconocida en los sondeos. Todos pronosticaban una amplia victoria de Mariano Rajoy en su tercer intento por alcanzar la Presidencia frente a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los electores han sido llamados a elegir al hombre que deberá abordar los profundos problemas que afectan a España: cinco millones de parados, desajuste de las cuentas públicas, la deuda nacional acosada por los mercados. El próximo Ejecutivo también tendrá un papel determinante en la construcción de un gobierno económico europeo para coordinar las políticas de los diversos países, armonizar los impuestos y consolidar el euro.
Recetas contra la crisis

Ha sido una elección crítica en un momento en el que la crisis obliga a una revisión del modelo de Estado y de los valores colectivos, en el que las recetas que se apliquen determinarán el patrón de la nación. Durante la campaña Mariano Rajoy ha seducido a los ciudadanos para que se “sumen al cambio”, y ha insistido en la creación de empleo y la contención del gasto público como fórmula para sacar del ahogo al sector privado, pero el hostigamiento de los mercados a España incluso se ha intensificado frente a su pretensión de devolver la confianza. En vista de lo sucedido en Grecia e Italia, donde los tecnócratas han tomado el timón, ha reivindicado el papel de los políticos. Y advierte a los votantes que no esperen milagros, se niega a fechar la llegada de las mejoras económicas y admite que los nuevos puestos de trabajo podrían hacerse esperar hasta 2012. Además, sus contrincantes le han reprochado su ambigüedad ante cuestiones esenciales como las prestaciones de sanidad y educación, la reforma laboral o el salario de los funcionarios.

Rubalcaba ha puesto el acento en afrontar la crisis “sin dejar atrás a nadie”, ha agitado el fantasma del ‘programa oculto’ del PP y ha esgrimido su papel como ministro del Interior y, en consecuencia, conductor de los pasos que han llevado al anuncio del cese de la “actividad armada” de ETA. “Pelea por lo que quieres”, clama su eslogan. En los últimos días de campaña incluso ha llamado a “votar con el corazón”, argumentos valiosos pero débiles ante el simple hecho de que hasta julio formó parte del gobierno al que muchos ciudadanos culpan de la crisis.

Prueba de ello es la práctica ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero durante toda la campaña. El presidente del Gobierno sólo ha compartido un mitin con Rubalcaba, en Málaga, y han despedido sus actos a cientos de kilómetros: uno en Fuenlabrada (Madrid) y el otro en su León natal.

La magnitud de la derrota determinará la hondura de la crisis dentro del PSOE, que tendrá que afrontar un Congreso Federal en los próximos meses para perfilar su futuro. En estas circunstancias, los socialistas volverán a ser evaluados por los votantes en su plaza más inexpugnable, Andalucía, que celebrará elecciones autonómicas previsiblemente antes de abril.

En este contexto, es previsible que el próximo Gobierno tenga que adoptar medidas impopulares para las que necesitará un amplio respaldo entre la ciudadanía, ante las eventuales protestas sociales, y en el Parlamento, ante la profundidad de las reformas. El Congreso que se constituirá el 13 de diciembre traerá grandes novedades. El descontento social se ha traducido en fuertes ascensos para partidos ahora minoritarios.

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