1:37 p. m.
Valerio Mateo Rosario
2:30 PM.
Por José Francisco Arias
Tomado de: cristalycolores.blogspot.com
Lo cierto es que no se sabe cómo será resuelta la crisis que sacude al opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la más grande organización de su naturaleza en el país si tomamdos en cuenta los resultados de las elecciones del pasado 20 de mayo, independientemente de que no ganara los comicios.
En el horizonte no se observan señales de posibilidades de solución al conflicto que, por el control del partido y desde mucho antes de las elecciones de las que salieron derrotados, protagonizan su presidente Miguel Vargas y quien fuera su candidato presidencial, Hipólito Mejía... Más...
La confrontanción se mantiene, persiste, los dos bandos siguen enfrentados a pesar de que en los últimos días el tono de las declaraciones públicas que emiten las partes ha disminuido de virulencia y se percibe que, ante la gravedad del problema, pudiera haber ahora una actitud un tanto más flexible de lado y lado. Pero el embrollo es grande, y disolverlo no parece tan fácil.
Se han designado comisiones a lo interno del PRD en procura de buscar salida, se ha invocado al entendimiento y a la unidad; las bases han implorado que se pongan de acuerdo; se han hecho propuestas de solución; hasta a Agripino Núñez Collado (el mediador por excelencia de todas las crisis nacionales) se ha buscado para que medie, y nada.
Miguel Vargas institucionalmente es reconocido como presidente del partido, pero los secretarios general y de organización, Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez, que antes se reconocían como figuras del bando de Miguel, ahora están con Hipólito y defienden la causa de éste.
A Geanilda, reconocida institucionalmente también como secretaria de organzización, le impidieron la entrada a la sede principal del PRD porque para entrar debe contar con la aprobación de Miguel.
Miguel ya ha dicho que está decidido a ser el candidato a la presidencia de la organización en las elecciones del 2016, mientras que Hipólito se ha autoproclamado como el líder de la oposición y ha habido movimientos orientados a promover a su hija Carolina como potencial candidata presidencial.
Las bases están desesperadas y ansían que quienes dirigen lleguen a un entendimiento, pero eso parece, por el momento, casi inalcanzable, y hay los que sostienen que los perredeístas están al borde de otra división, y que ésta traiga consigo un nuevo partido, parido de las entrañas mismas de la parcela del "jacho prendío". Esperemos, a ver.
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