ELIAS PIÑA .-La Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS) para la Defensa de los Derechos Humanos denunció hoy que un inmigrante haitiano fue golpeado salvajemente por un miembro del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), al negarse éste a darle dinero para poder cruzar a territorio haitiano con su documentación en regla, pasaporte y visado dominicano.
La agresión contra el joven haitiano Cazana Senet de 28 años, residente en Calfu, cerca de Puerto Príncipe, Haití, fue perpetrada por el miembro del Cesfront solo identificado por el apellido Lereboul.
Indica la entidad de derechos humanos que cuando el joven Cazana salía de las oficinas de aduana y se dirigía hacia Haití, fue golpeado varias veces en la cara porque este no le dio dinero por cruzar la frontera. El agresor se encuentra actualmente detenido y a la espera de juicio.
La Red de derechos humanos informó que presentó denuncia formal por ante la justicia contra el militar dominicano.
“Es una práctica que se está convirtiendo en habitual, agentes de la autoridad y buscones piden dinero a las personas que quieren pasar por la línea fronteriza. Cuando las personas no pagan este peaje ilegal son agredidas físicamente, insultadas o se les despoja de sus pertenencias”, manifestó la Red Jano Siksé.
Además, señaló, que éste hecho es constitutivo de delito, una violación del principio constitucional de libre tránsito y del derecho a la propiedad privada, máxime cuando las personas a las que se les pide dinero o se les roba sus mercancías son personas que han chequeado su pasaporte o se encuentran en situación administrativa correcta para entrar o salir de República Dominicana.
Expresa que gracias a la actuación de los monitores de la Red Fronteriza Jano Siksé de Elías Piña el joven fue llevado rápidamente al hospital para ser atendido y posteriormente se interpuso la querella ante fiscalía para que estos episodios de violencia no queden impunes.
Indica la entidad que la agresión contra el joven Cazana Senet “no es un episodio aislado sino una práctica habitual extendida por toda la frontera dominico-haitiana que constituye una violación de los derechos humanos para los afectados y un lucro ilegal para los agentes de la autoridad que lo cometen”.
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