Por; Pedro Antonio Mateo Ibert.
Saludos amigos. Hoy quiero referirme a un tema tal vez tratado por mucha gente, pero no en público como lo es el agradecimiento que debemos tener por todas las cosas, especialmente a Dios por habernos dado la vida.
Hay mucha gente que no sabe agradecer y que a menudo hacen como los gatos (refiriéndome al animal felino), que tiene fama de cerrar los ojos cuando le echan comida para no ver quién se la está echando. La gente que práctica esa forma de ser a menudo dice cuando le hacen un favor que “esa era su obligación”, o “él me hizo el favor porque le dio la gana, yo no lo obligué”, porque con esas frases dejan salir su espíritu de malagradecidos y de ingratitud.
Desde muy pequeño aprendí que “al que a uno le da de comer, nunca su mano debes morder”. Quienes no saben agradecer es por que practican la ingratitud como principio negativo. El ser humano debe tener por norma agradecer hasta a sus enemigos (si es que los tiene), porque les enseñan que de ellos ya no tiene que cuidarse, sino de los amigos.
El ingrato, el malagradecido olvida con facilidad los favores y ayudas que ha recibido en el pasado. Es tan típico eso que los dominicanos regularmente buscan a una persona para que le ayude en algo y cuando logran el objetivo buscado ni siquiera llaman a esa persona o le giran otra visita a su casa para agradecerle sus buenas acciones.
Con mucha frecuencia he escuchado personas decir “fulano o fulana no me dejaban tranquilo (a) un momento y desde que le resolvieron el problema ni siquiera me llama para decirme que ya está resuelto”.
Todo ello ocurre porque no tenemos cultura del agradecimiento. Lo único que nos interesa es que nos ayuden pero nada más. A los ingratos les da tres pitos que quien le ayudó viva o muera. Ese no es su problema. Tampoco les importa que triunfe o fracase.
Otros son peores todavía, pues no solo no agradecen, sino que le desean lo peor a las personas que le han ayudado alguna vez, porque entienden que la ayuda prestada no fue todo lo suficiente. Otra forma magnífica de dejar salir su ingratitud.
Es un ejemplo muy malo morder la mano del que te ha dado de comer, porque ello contribuye a que la gente se vaya deshumanizando y dejando atrás la solidaridad que debe existir entre los seres humanos que conviven en una sociedad civilizada.
Los ingratos y malagradecidos también son envidiosos, pues no soportan que otra persona le haya podido ayudar, al entender que “yo debí ser igual que fulano para que él no tuviera que ayudarme”, sin haber hecho nada para ser igual que esa persona, que tal vez se ha sacrificado más que él.
Si seguimos por el camino de ser ingratos y malagradecidos, pronto la humanidad no tendrá solidaridad de ninguna clase. Los seres humanos nos trataremos como animales enemigos y entonces viviremos en una selva donde a nadie le importa lo que le pase al otro.
Exhorto a todo el que tenga la oportunidad de leer este artículo, que practique el agradecimiento y que no muerda la mano del que alguna vez le haya dado de comer, aunque ya no sea su amigo o amiga, porque agradecer significa que no se olvida el favor que nos han hecho; que estamos en capacidad de tratar a los demás como nos han tratado a nosotros, pues con frecuencia, el que no agradece tampoco le hace un favor a nadie.
Hasta una próxima oportunidad, si Dios quiere.
*El autor es Abogado y Periodista. Actualmente se desempeña como Procurador General Titular de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de San Juan de la Maguana.
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aLGOMUY DOLOROSO ME PASO A MI., ESTABA CASADA POR SEGUNDA VEZ CON FABIO CONTRERAS, DE JUAN DE HERRERA, ME SALIERON LOS PAPELES PARA IR A LOS EEUU,.HICE LO POSIBLE Y LO IMPOSIBLE PARA QUE FABIO PUDIERA VIAJAR JUNTO A MI Y MIS HIJOS ,PERO DESDE QUE EMPEZO A GANAR DOLLARES YA YO ERA MUY POCA COSA PARA EL. ME DIJO QUE EL NO TENIA NADA QUE AGRADECERME A MI Y SE FUE DE LA CASA, ME HICIERON UNA CIRUGIA Y LE SOLICITE PARA PAGAR EL APARTAMENTO Y SE MEGO
Aunque agradecer es una acción justa,también hay que criticar al que hace un bien con el único fin de que lo engrandezcan o enaltezcan. Recordemos que la Biblia dice que: "Lo que hace tu mano izquierda que no lo sepa tu derecha" o viceversa.El populacho común expresa: "has el bien sin mirar a quien". También el mismo libro sagrado nos muestra la historia de varios leprosos que después de curado por Jesús solo uno se devolvió a agradecer,pero de todas maneras a Jesús le quedo como premio el saber que tenia la satisfacción del deber cumplido. Así que queridos amigos,compañeros,hermanos de lo que se trata es de hacer el bien aunque no recibamos nada a cambio e incluso ni si quiera el agradecimiento esperado. Y es que si esperamos que todos aquellos que les hacemos un bien se retornen a agradecernos, lamentablemente podría surgir en nosotros la negatividad de seguir haciendo el bien a causa de quienes la vida le ha negado tal virtud.
LO QUE HACE MI MANO DERECHA, NO DEBE SABERLO MI IZQUIERDA...PRACTIQUE CON ESE EJEMPLO...
Totalmente de acuerdo con usted, pero la vida me ha enseñado que mientras mas favores uno hace mas bondades le otorga el Dios todopoderoso. Porque haya mal agradecidos no podemos dejar de hacer el bien. Porque el bien que le hacemos a un ingrato nos lo paga alguien a quien no conocemos.
Bueno, estamos llenos de malos agradecidos en esta tierra y especialmente en este pais, de todos modos, vamos a seguir siendo agradecidos los que por ahora lo somos y tratemos de ignorar a todo aquel que no tiene el gesto de ser agradecido, Dr. Siga aportandole a este periodico y a todos los que los leemos cada dia, Soy Dominicano y vivo en españa.
Buenas.
La gratitud es un elevado y humano sentimiento que busca, como ha dicho magníficamente el escritor, concienciar a las personas sobre la importancia de la solidaridad humana como principio positivo y propulsor del proceso de cohesión social, el cual ha sido disrumpido por el procaz individualismo que se observa como consecuencia directa de la propagación de los antivalores.
Me parece un excelente artículo y considero que, como siempre, usted continúa dando pasos firmes hacia la excelencia. Su argumento es, simplemente, enriquecedor.
evp
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