7:25 p. m.
Valerio Mateo Rosario
Por: Dr Ismael Batista
El 30 de mayo recién pasado, el Dr. Leonel Fernández Reyna y el Ing. Miguel Vargas Maldonado en sus condiciones de presidente de los partidos de la Liberación Dominicana y del Partido Revolucionario dominicano respectivamente, firmaron un acuerdo en la Universidad Católica Madre y Maestra, para darle fin al impase surgido en la reforma constitucional del 2010.
El convenio denominado: “Acuerdo Institucional para la Aprobación y Desarrollo de la leyes Complementarias de la Constitución.” Las leyes en cuestión, hacen referencia a la ley sobre el Consejo Nacional de la Magistratura y a la ley sobre el Tribunal Constitucional y Procedimientos constitucionales.
En el mencionado acuerdo, en el que, Monseñor Agripino Núñez Collado, hizo las veces de mediador, los presidentes de los principales partidos mayoritarios del país, le trazaron las pautas a seguir a los congresistas dominicanos. Aun mas, una comisión integrada por dirigentes de esos partidos, le darán seguimiento al cumplimiento absoluto de lo que a los congresistas se le ha ordenado hacer.
Nos preguntamos: ¿De qué institucionalidad se habla? si el congreso de la republica no cumple o no está en capacidad de cumplir una de su razones fundamentales de ser: legislar para elaborar o enmendar leyes. ¿Porque los principales dirigentes del PLD y del PRD desplazan a los legisladores en sus funciones?
El Congreso Nacional es el poder más importante del Estado, su rol institucional lo define así. Observemos algunas de las funciones más importantes de esta primerísima institución del Estado. Es el Congreso Nacional donde se juramenta el presidente electo en las elecciones nacionales. Es el congreso Nacional el llamado a sancionar la Ley de Gastos Publico o Presupuesto Nacional. Las leyes elaboradas por el poder ejecutivo igualmente deben ser sancionadas por el Congreso Nacional. En adicción, el Congreso Nacional es la institución que fiscaliza la aplicación y ejecución del Presupuesto Nacional. Todo lo anterior rige el ordenamiento del Estado dominicano.
El Estado es una gran institución de servicios: administra salud, educación, electricidad, producción, seguridad, energía, agua etc. El nivel de desarrollo o modernismo de un Estado esta dado por la capacidad que tiene el mismo en dar solución a lo que administra. Si comparamos el Estado dominicano con un tercermundista de Latinoamérica, verbigracia el chileno, la diferencia entre ambos es abismal. Pareceríamos un Estado fallido ante el chileno.
El desarrollo y consolidación del Estado se fundamenta en crear infraestructuras institucionales funcionales e impulsar y fortalecer las instituciones existentes. El poder congresional y el poder ejecutivo tienen roles estelares en la funcionalidad del Estado dominicano. Finalmente, ¿está en capacidad el actual Congreso Nacional de impulsar la “Revolución Democrática Institucional”?
El autor es miembro del Comité Central del PLD y reside en Barahona
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