12:10 PM.
Por: Rafael Pineda (Poeta del Sur Dominicano)
He trazado estos versos amarillos
para honrar la memoria celeste
y la pasión acrisolada de un hombre
que viajó a los sublimes vientos
desde el fresco valle verde
He trazado estos versos amarillos
para honrar
la grandeza de ese hombre esclarecido
Su ejemplo
todos los días ayuda a pensar
en la “vergüenza contra el dinero”
He trazado estos versos amarillos en el aire
porque Juan Bosch
desde el silencio puro
desde la soberanía celeste
se le escuchó pregonar:
“vergüenza contra dinero”
Estábamos silenciosos
oyendo su discurso sano
obedeciendo su don de mando
Aprendimos sus lecciones diarias
viéndolo multiplicar el pan entre hormigas
recogiendo el aroma de la flor
liberando el pensamiento del pueblo
compartiendo silenciosamente
el trabajo de la abeja madre
Imprevistamente convocados por la muerte
en el valle de la Ciudad Real
yo y miles ciudadanos
nos encontramos despidiendo al hombre grande
frente a los héroes anónimos
ante los hijos del amanecer
una sola muerte rodeando a tantos
conmoviendo a miles de ciudadanos
y yo, perturbado
frente al destino de un hombre
que no muere solo
Miles halándole la humanidad
no lo dejan morir
no lo dejan partir
y él repitiendo: “vergüenza contra dinero”
Juan Bosch, don Juan,
abre los ojos mustios, sonríe ampliamente
y con calma le dice a todos que se vayan
a construir el futuro.
A viva Bosch
Cien poetas cantan a Juan Bosch en el centenario de su nacimiento.
He trazado estos versos amarillos
para honrar la memoria celeste
y la pasión acrisolada de un hombre
que viajó a los sublimes vientos
desde el fresco valle verde
He trazado estos versos amarillos
para honrar
la grandeza de ese hombre esclarecido
Su ejemplo
todos los días ayuda a pensar
en la “vergüenza contra el dinero”
He trazado estos versos amarillos en el aire
porque Juan Bosch
desde el silencio puro
desde la soberanía celeste
se le escuchó pregonar:
“vergüenza contra dinero”
Estábamos silenciosos
oyendo su discurso sano
obedeciendo su don de mando
Aprendimos sus lecciones diarias
viéndolo multiplicar el pan entre hormigas
recogiendo el aroma de la flor
liberando el pensamiento del pueblo
compartiendo silenciosamente
el trabajo de la abeja madre
Imprevistamente convocados por la muerte
en el valle de la Ciudad Real
yo y miles ciudadanos
nos encontramos despidiendo al hombre grande
frente a los héroes anónimos
ante los hijos del amanecer
una sola muerte rodeando a tantos
conmoviendo a miles de ciudadanos
y yo, perturbado
frente al destino de un hombre
que no muere solo
Miles halándole la humanidad
no lo dejan morir
no lo dejan partir
y él repitiendo: “vergüenza contra dinero”
Juan Bosch, don Juan,
abre los ojos mustios, sonríe ampliamente
y con calma le dice a todos que se vayan
a construir el futuro.
A viva Bosch
Cien poetas cantan a Juan Bosch en el centenario de su nacimiento.
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