Borrachos de Poder

Por; Miguel Ángel Geraldo.  

El comportamiento que exhiben funcionarios del actual gobierno, los define como tal, ya que los mismos se han olvidado de quienes en el pasado reciente fueron sus más cercanos colaboradores.

Con los funcionarios del actual gobierno se cumple la famosa frase popular que dice “Si quieres saber quién es mundito, dale un carguito”.

El apadrinamiento de personas foráneas en el gobierno es notoria, al punto de que los tránsfugas y oportunistas ocupan lugares cimeros de forma clandestina en la actual administración que encabeza el Presidente Danilo Medina.

La falta de solidaridad y sensibilidad es notoria cada día, cuando nos toca compartir los escenarios y el ritmo que de vida que llevan acaudalados funcionarios borrachos de poder que ya se les ha olvidado los números de teléfonos de quienes decían ser sus amigos.

Esta administración aparentemente será de familia y para familia, ya que existen hogares que cada mes entran más de medio millón pesos por concepto de sueldos, sin contar que hay funcionarios con tres y hasta cuatro posiciones gubernamentales, con obras y como si fuera poco poseen expedientes por cometer actos y acciones perseguidas por la ley, pero que ahora en este gobierno de la ética y la moral han sido premiados, entre los que figuran regidores, pasados directores de dependencias estatales y algunos ingenieros.

Pero como el mal agradecido no tiene memoria, llamamos a los dueños del poder, a que reflexionen ya que dice un dicho popular “Nada es para siempre”.

Se acercan momentos cruciales en donde ustedes los que hoy están borrachos de poder comiencen a tocas las puertas de aquellas personas que ustedes les han dado con la punta del pie, pero ya será muy tarde.

Duerman, disfruten de las mieles que ofrece el poder y prepárense parta que saboreen el sabor amargo que ofrece la derrota que les proporcionarán la negación de ese apoyo que por tantos años ustedes contaron, un apoyo preveniente de aquellos incautos e infelices que les colocaron en la mesa para que pudieran cocinar y preparar un pastel del cual ellos no les ha tocado ni siquiera lamber el plato.

Ojalá y que cuando a ustedes se les vaya el jumo que los tiene borrachos de poder, no sea muy tarde, que sabemos que ese comportamiento de humildad engañosa que ustedes exhibieron será la misma con la que intenten disfrazarse cuando acudan a nuestros hogares para engañarnos otra vez, ahí los estaremos esperando, ahí estaremos para darle ese no rotundo, porque “Te conozco bacalao aunque vengas disfrazao”.