SANTIAGO.- Los niños lloraban, desconociendo lo que pasaba, sus padres, abuelos, hermanos mayores, tíos y vecinos pedían auxilio, tras el fuego que se originó la tarde de ayer, en el empobrecido sector de El Hoyo, próximo a El Ejido, que consumió al menos 34 humildes viviendas, habitadas por familias pobres.
“Nos vamos a ahogar, nos estamos quemando, gritaban una y otra vez los familiares que se encontraban en sus casas, tras enterarse del incendio que, según técnicos, ya tenía 20 minutos en llamas antes de percatarse de lo que estaba ocurriendo.
El mayor periodista Rafael Monsanto, portavoz del Cuerpo de Bomberos de Santiago, dijo que 25 casas fue- ron reducidas a cenizas y otras nueve sufrieron daños parciales.
La confusión, de acuerdo a las autoridades y organismos de socorro, se produjo por la cantidad de inmuebles que se vieron afectados por la humareda caliente y que se pensó que las casas siniestradas superaban las 45. Según Monsanto, solo 25 resultaron afectadas de manera definitiva y otras nueve de manera parcial.
Pero muchas familias del lugar, adicional a las casas afectadas, también han expresado a medios locales y medios de comunicación, que sus casas resultaron también afectadas parcialmente por el fuego.
Técnicos del Cuerpo de Bomberos de Santiago, junto a la Policía Nacional y la Defensa Civil, investigan las causas de un incendio que redujo a cenizas al menos 34 viviendas en el empobrecido sector Hoyo del Ejido, de Santiago.
Ese barrio está mayormente habitado por familias pobres que han emigrado de diferentes pueblos del Cibao y por inmigrantes haitianos.
Sin embargo, los Bomberos y la Defensa Civil, dijeron que afortunadamente no hubo víctimas ni personas lesionadas, aunque sí mucho pánico entre los afectados y vecinos del lugar.
En la extinción del fuego participaron además miembros de los Bomberos de Licey Medio, Tamboril, Villa González y Navarrete, quienes actuaron para evitar que el fuego se expandiera a otros inmuebles del sector.
El director de la Defensa Civil en Santiago, Francisco Arias, comunicó que no hay víctimas y que voluntarios de la cercanía donde se produjo el siniestro ayudaron a las autoridades y a los organismos de socorro a rescatar a los afectados.
De acuerdo a los organismos de socorro, el 90 por ciento de las casas siniestradas estaban construidas de madera y techadas con zinc, lo que contribuyó a que el incendio se propagara con mayor rapidez.
Sin embargo, los camiones cisternas confrontaron en su momento dificultades para abastecerse de agua debido a que en la ciudad de Santiago existen muy pocos hidrantes.
El lugar donde ocurrió el incendio está considerado como una de las 52 zonas de alta vulnerabilidad que tienen registradas los organismos de socorro y las autoridades.
Las humildes casas que hay en ese lugar están apiñadas y sus instalaciones eléctricas son inapropiadas, pues muchas veces tienen que llevarlas de otros sectores vecinos, como el Ejido, donde sus habitantes son de una clase económica y social un poco más elevada, aunque dentro de su pobreza.
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